Parque Juárez

Share

La democracia en manos de la Corte

 

 

Por Mónica Camarena Crespo

 

Los legisladores de Morena en el Senado, como se esperaba, aprobaron el pasado miércoles el llamado “Plan B” de la reforma electoral impuesta por el presidente Andrés Manuel López Obrador en su afán de dinamitar desde sus cimientos al Instituto Nacional Electoral (INE).

 

La única buena noticia del desaseo al votar por mayoría el partido en el poder el “Plan B”, fue la exclusión de la vergonzosa cláusula de “vida eterna” o la transferencia de votos para partidos políticos.

 

El daño por el momento está hecho, de entrada, con la aprobación de la iniciativa y en cuanto se publique el decreto, buscarán echar a la calle al Secretario Ejecutivo del INE.

 

Como todo lo que hacen siempre está impregnado de ilegalidad, se seguirán interponiendo recursos legales, por lo que aseguran, es una invasión a la atribución autónoma del INE, tomando en cuenta que es la Constitución la que dicta cómo se designa al Secretario Ejecutivo y por cuánto tiempo.

 

Por ello, la importancia del papel que jugará la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) a partir del desahogo de las controversias, por cierto se habla de un número histórico en cantidad, contra el “Plan B”.

 

El tiempo cuenta y mucho, porque la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) tendría que suspender la aplicación del “Plan B” antes del 2 de junio para que con la ley vigente se pueda realizar la elección del 2024.

 

Con esa resolución de la Corte, también se evitaría el despido de 2 mil 571 funcionarios del servicio profesional de carrera, los cuales en caso que se concretará el “Plan B” tendrían que ser indemnizados por cerca de 3 mil 500 millones de pesos.

 

Las controversias buscan evitar el control del voto de mexicanos en el exterior, que se hará sólo con pasaportes emitidos por el Gobierno y no con la credencial de elector, la participación de funcionarios públicos en campañas y una intención clara de destruir la estructura del INE.

 

El objetivo de AMLO es aniquilar desde dentro al INE como órgano autónomo, hacerse del control de las elecciones al estilo “Bartlet del 88” y acabar con todo aquello que le signifique el riesgo de que su movimiento pierda el poder y el dinero, que ya les gusto y mucho.

 

Extraña actitud de alguien que se dice de izquierda, cuando por décadas este movimiento realizó una incansable lucha para tener un organismo electoral autónomo. Se confirma, que no son iguales, son peores.

 

La democracia está en manos de la Corte y en México de aquí a junio la historia podría cambiar radicalmente. Es importante salir el domingo 26 de febrero para levantar la voz, aunque esta no se escuche en Palacio Nacional.

Ágora

“Como anillo al dedo” cayó el falló en Estados Unidos contra Genaro García Luna, a quién nadie en México lo tocó “ni con el pétalo de una rosa” incluido el actual gobierno.

Ante la barbarie de corrupción que se desborda en la 4T, el distractor es perfecto; van por Felipe Calderón en una telenovela “mañanera” que ocupará las 8 columnas del presidente. El objetivo es no dejar pasar los verdaderos problemas que hunden a México, la inseguridad, la inflación y la corrupción en los más altos niveles.

 

@monicamarena