La estrategia de (in)seguridad

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Por Omar Zúñiga

La escalada de violencia en el país está sufriendo una espiral que ya parece incontenible.

El botón de muestra más reciente nos lo recetamos a inicios de esta semana en Guanajuato y Jalisco, donde la delincuencia organizada incendió 25 tiendas de conveniencia Oxxo, autobuses del servicio de transporte público, camiones y automóviles particulares, con saldo de una persona muerta que falleció en uno de los choferes “como daño colateral”.

Ante esta gravísima situación derivada de la detención de dos “mandos” del Cártel Jalisco Nueva Generación, la reacción del Comandante Supremo de las Fuerzas Armadas, que también es el Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador fue decir que “esta situación (la detención) fue la que ocasionó las protestas, las quemas (sic)” y ya; de qué sirven entones las de seguridad diarias todas las mañanas a las 6:00 horas, donde se supone le reportan la situación y se revisan estrategias para combatir a los criminales, organizados o desorganizados, cuando literalmente el país se está incendiando, ¿en manos de quién estamos?

Caso similar se vive en Veracruz, donde un día sí y otro también, el Ejecutivo y la FGE (como ente autónomo) celebra las mentadas mesas para la paz, eso sí, en diferentes puntos de la geografía jarocha, pero cuyos resultados no se ven ni se sienten.

Donde lo único que se ve son las fotografías que boletinan las dependencias participantes, pero que los números indican que Veracruz ostenta nuevamente al nada honroso primer lugar nacional en secuestros, con un número de feminicidios en franco ascenso.

De qué sirven entonces las mentadas Mesas para la Paz, realmente sirve celebrarlas todos los días, más allá del café con galletas, cómo pueden evaluar una supuesta estrategia de pacificación en 24 horas, más allá de reportar detenciones o tal o cual orden de aprehensión.

Cómo diseñan la estrategia para bajar los secuestros u otros delitos de alto impacto, ¿o será que la estrategia es no tener estrategia?

Por otro lado no hay que olvidar que a pesar de que haber una coordinación interinstitucional, al final a quien le corresponde instrumentar la política de seguridad y prevención es al Poder Ejecutivo encabezado por el gobernador Cuitláhuac García a través de su secretario de Seguridad Pública Hugo Maldonado, que en lugar de pensar en diseño de planes para abatir la delincuencia, debe estar pensando en cómo sacar más dinero del bolsillo de ciudadanos honestos, vía Tránsito del Estado, que se dedican a asaltar automovilistas, en pleno día y con placa en mano.

Sin defender a nadie, porque no es el interés, pero a la FGE le toca investigar y esclarecer los hechos ya cometidos, y ahí también falta, pues ya no se puede cumplir la cuota a través del delito de ultrajes a la autoridad.

Pónganse pues a trabajar señores, la política federal espejo les va a cobrar facturas que deberán ir a pagar a Pacho Viejo… o al Altiplano.

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Ya que andamos en estas, Veracruz ocupa el segundo lugar en violentadores por violencia política en razón de género, según el censo que existe a nivel nacional, sólo detrás de Oaxaca que ocupa el deshonroso primer lugar.

Por si esto fuera poco, el registro nacional de personas sancionadas por esta causa, revela que hay un personaje veracruzano que ocupa el primer lugar en la carrera individual.

Esta persona tiene 11 casos en su haber y a pesar de estar debidamente documentados, no pierde sus derechos político electorales, es decir puede volver a votar y ser votado en cualquier momento, pues tiene un “modo honesto de vivir”, explica la magistrada presidenta interina de la Sala Regional del TEPJF Eva Barrientos.

Y bueno, luego de mucho indagar y a través de solicitudes de transparencia, pudimos conocer que se trata del exalcalde de Zongolica, ilustre perredista que, renunció al partido que lo llevó al alcaldía y donde hizo su carrera política, para aventurarse a la lucha de las candidaturas independientes.

Mezhua pues, ocupa el primer lugar nacional de personas sancionadas por violencia política en razón de género y es veracruzano.

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Daniel Fernández Carrión, regidor del Ayuntamiento de Xalapa por el PVEM estuvo ayer jueves (día laboral) en la Ciudad de México en labores propias de su partido, con la lideresa estatal la compañera y amiga Eleaney Sesma y Javier Herrera Borunda, importante activo del Verde y miembro del partido a nivel nacional.

Esto lo pudimos conocer por una publicación que realizó el mismo Fernández Carrión y Javier Herrera a través de sus redes sociales. ¡Bien!…, bueno más o menos, pues se trata de un funcionario público municipal que devenga su salario de los impuestos que usted y yo pagamos, recursos públicos pues, y al menos a mi no me parece que se le deba pagar su salario cuando no realiza la chamba propia de su encargo.

El alcalde no está enterado, pues no existe un permiso (no lo hay) donde haya solicitado ausentarse de su trabajo sin goce de sueldo y mucho menos para hacer faena partidista.

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Y lo que parece será el colofón de la novela del Tribunal Superior de Justicia del Estado, es la ratificación como presidenta de la Tercer Sala para la magistrada Ailett García Cayetano -hermana de Dorheny, secretaria del Trabajo-, con lo que se perfila para ocupar la vacante que dejará en noviembre próximo la magistrada Isabel Inés Chabelita Romero, pues con su ratificación en la presidencia de la sala, en automático se vuelve elegible para ser depositaria del Poder Judicial del Estado de Veracruz, ¿cuál nepotismo?

 

¡Qué barbaridad!

deprimera.mano2020@gmail.com