Quebradero

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La FIL, de nuevo presencial

Por Javier Solórzano Zinser

Es una gran noticia, en todos los sentidos, que la FIL, (Feria Internacional del Libro de Guadalajara), haya vuelto a sus actividades de manera presencial.

La capital de Jalisco entró de nuevo en una dinámica que le hacía falta y que le era necesaria en lo cultural, económico, social y en los ánimos. Con todo y el caos que se ha suscitado el fin de semana en el aeropuerto y alrededor de las instalaciones de la FIL, para Guadalajara es una inyección en medio de la etapa que estamos viviendo de la pandemia.

Como todos los años la feria sirve para que la comunidad literaria esté intercomunicada y para que un buen número de escritores y escritoras den a conocer sus obras; la presentación de libros y el debate que se suscita es uno de los grandes atractivos. Estar cerca de las y los escritores y verlos convierten sus presentaciones en la posibilidad de dialogar con ellos, más allá de sus libros.

La FIL no ha perdido su esencia, conserva con altas medidas de control de salud sus actividades nocturnas las cuales con la presencia de Perú, país invitado, han tenido un desarrollo realmente atractivo.

Son varias las razones. La cocina peruana es un boom, en los últimos 10 años se ha puesto de moda y se ha convertido en un referente. La presentación de escritores del país sudamericano junto con las muestras de su cocina conjuntó dos campos de la vida particularmente gozosos y atractivos.

En ambos renglones Perú está para verse. Sumemos el sector turístico el cual es uno de los centros de mayor demanda por extraordinarios lugares como Machu Picchu, el Monte Viejo.

En función de los muchos ataques y referencias del Presidente a personajes que están presentes en la feria, y a la feria misma, han sido interesantes las mesas sobre el tema, hablaremos de ellas en los próximos días.

En la inauguración, el presidente de la FIL sin necesidad de mencionar a nadie por su nombre hizo referencias sobre el momento que se vive, las cuales tenían sin la menor duda depositarios.

Agreguemos a estos escenarios que entre el gobierno de Jalisco y la UdeG se ha dado una lamentable confrontación por los presupuestos, fue notoria la ausencia del gobernador en la inauguración a pesar de que estuvo presente un alto funcionario de su gobierno.

Decimos lamentable, porque parece un sinsentido que el gobernador, quien es egresado de la universidad, y la UdeG anden confrontados. No hay que darle muchas vueltas para entender que de fondo hay una abierta confrontación entre Alfaro y Padilla, relación que hasta hace poco tiempo era de convivencia. Es probable que las cosas estén cambiando, porque se acercan decisiones políticas, sin pasar por alto que desde hace años Raúl Padilla es un nombre poderoso en Guadalajara y en la UdeG.

El presidente de la FIL está en la mira de varios. López Obrador ha hecho un buen número de referencias sobre el manejo que hace de la universidad y de las muchas actividades culturales que organiza. No sería nada extraño, más bien previsible, que al momento que esté leyendo el QUEBRADERO el Presidente vierta en su mañanera una buena cantidad de calificativos para definir y expresar lo que piensa de la FIL.

Lo relevante de la edición 35 de la FIL es el que de nuevo el libro es presencial entre nosotros. Las numerosas editoriales que exponen su material permiten fortalecer una industria que se ha visto severamente afectada y la cual ha recibido pocos incentivos en la presente administración.

La FIL es la fiesta de la cultura y, no sólo eso, es el centro del debate y de muy rescatables confrontaciones sobre el país, el mundo, el entorno y nuestras vidas.

Mañana le contaremos sobre un muy interesante debate que tuvimos la oportunidad de conducir con las y los ministros de la Corte.

RESQUICIOS

El Presidente quiere Zócalo lleno. No parecieran reparar en la inminencia de una cuarta ola y la nueva variante del Covid. Ahora resulta que si hay mucha gente, si quieren pónganse cubrebocas.