Quebradero

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Medicinas, ahora resulta

Por Javier Solórzano Zinser

El abasto de medicinas es un problema grave para el país. El Gobierno cambió la estrategia de compra y distribución, y hasta ahora no se han dado buenos resultados.

Ayer, el Presidente exigió resultados concretos, pero paradójicamente ha sido quien en diferentes momentos ha soslayado el tema, no ha recibido en ninguna ocasión a los padres de niños con cáncer, a quienes ha señalado como parte de una estrategia de sus adversarios. Lo que es un hecho es que las quejas de muchas personas hacia el sector salud son coincidentes.

El Gobierno frenó un proceso bajo el supuesto de que era corrupto. Se le pidió a la ONU que fuera parte de un nuevo mecanismo de compra, ya que sería una especie de aval para la transparencia.

Sin embargo, el Gobierno se ha dedicado a dar un sinfín de explicaciones, lo que incluye acusaciones, pero las cosas no han cambiado. Por más protestas que haya, no se ha establecido un diálogo formal y, cuando se ha medio desarrollado, no se avanza.

Hemos conversado en muchas ocasiones con padres y madres de familia de niños con cáncer, y no nos han dejado de hacer saber la desatención que las autoridades han tenido con ellos.

Israel Rivas, padre de Dana, niña con cáncer, nos dice que el Presidente ha asegurado, desde hace tiempo, que se va a resolver el problema, que se va a regularizar la entrega de medicinas, lo ha hecho, nos dice Israel, “al menos en siete ocasiones… no hay manera de creerle porque tal parece, lo digo con respeto, que es una burla. Cuando vamos a dialogar, por decirlo de alguna manera, con las autoridades de Salud, nos dejan plantados o nos prometen una vez más que ahora sí nos van a entregar las medicinas. Por cierto, llevo un registro, lo han hecho por lo menos en cerca de 30 ocasiones”.

Como es sabido, los medicamentos para estos padecimientos son difíciles de adquirir, buena parte de ellos tienen precios sumamente altos. Como fuere, las autoridades de salud, en la pasada administración, de alguna manera lograron satisfacer las demandas de la imparable urgencia.

No se pasa por alto que había irregularidades y que las farmacéuticas se aprovecharon de las necesidades, utilizando sus relaciones con los gobiernos que dieron lugar a actos de corrupción.

El Gobierno trató de resolver el problema tomando drásticas medidas, pero perdió de vista que tenía que resolver el abastecimiento de fármacos, en la cotidianidad de un gran número de niñas, niños y personas enfermas.

Queda la impresión de que se tomaron medidas sin tener el remedio y el trapito. Se acusó y cerraron farmacéuticas, pero no se sustituyeron para resolver un problema al que no se le puede estar esperando. Se tiene que estar en el día con día y, precisamente por ello, se ha agudizado la salud de muchos.

Las autoridades deberán enfrentar problemas de orden legal por las demandas que tienen en contra, derivadas, entre otras razones, por la falta de medicinas. El hasta ahora intocable y por momentos soberbio vocero está en rumbo de pasarse un buen rato en los tribunales, respondiendo las demandas que hay en su contra, no solamente por el tema de los medicamentos, también por la pandemia.

El problema es que las cosas no han cambiado en tres años. Por más que se hayan cerrado farmacéuticas, no se tiene registro de personas detenidas que formaran parte de la cadena de corrupción, tanto del sector privado como del sector público, lo cual ayudaría a explicarnos el porqué de las decisiones del Gobierno.

Si bien el Presidente fue claro el día de ayer, no puede pensarse pronto que también forma parte de la ecuación.

RESQUICIOS

En la cotidiana construcción de la democracia, bajarle el presupuesto al INE parece un acto político, más que una estrategia económica. En este contexto, no se pasa por alto que el Presidente quiere enviar una reforma electoral. Sería brutal y riesgoso regresar al pasado para crear un organismo electoral, a imagen y semejanza de quienes hoy gobiernan.