De genio, poeta y loco: Edgar Allan Poe, el escritor de la oscuridad

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Por Sandra Luz Tello

Quizá resulte obvio hablar de Poe en estas fechas cercanas a las festividades de muertos (Día de Brujas en Estados Unidos de Norteamérica y ahora tan celebrado en México). Sin embargo, estas líneas pretenden traer a manera de recomendación a uno de los más grandes escritores de la literatura de habla inglesa, ya que en días anteriores discutía en una de mis clases con mis estudiantes acerca de dichos temas y alguno de ellos señaló que las historias leídas le parecían violentas, sangrientas y estresantes, percepción difícil de entender en estos tiempos en los que en pantalla se muestran de forma explícita escenas demoniacas, la antropofagia, secuestros y asesinatos.

En consideración a Edgar Allan Poe, a sus letras, al infortunio proveniente de sus traumas personales y procesos históricos, al contagioso dolor interno del pesimismo y la depresión, síntomas propios del Romanticismo. Estas líneas han sido escritas in memoriam, ya que el 7 de octubre se conmemoró el aniversario de su fallecimiento.

Se le ha llamado el primer simbolista, por su capacidad para reinventar la palabra a través de mezclar la poesía con el género gótico, gestado en Inglaterra y del cual se hizo un adepto lector.

Las Narraciones Extraordinarias se desarrollan en atmósferas enrarecidas, pocas veces desentrañadas, sus historias transitan en el camino de sus traumas personales, los efectos de la alucinación producto del alcoholismo. Algunos biógrafos señalan que transformaba su delirium tremens en personajes e historias como ocurre en “El Gato Negro”, “El Corazón Delator”, “El Pozo y el Péndulo”, la poco conocida “Eleonora”, entre otros.

Edgar Allan Poe es grande (y referente de grandes, por ejemplo de Borges y Bradbury) en sus relatos, nada es absurdo, todo es posible, desde esperar la muerte en un profundo pozo hasta escuchar el maullido de un gato que proviene del mundo de los espíritus.

Su estilo está dominado por el suspenso, el terror, la presencia de lo sobrenatural y sus preocupaciones metafísicas, por su capacidad para transitar los sueños de día, como él mismo escribió: “Los que sueñan de día llegan a conocer muchas cosas que escapan a los que solo sueñan durante la noche” (Eleonora, Edgar Allan Poe).

Finalmente, queda abierta la invitación a sumergirse en el extraordinario universo de aquel que se definió a sí mismo como loco, haciendo énfasis en que la locura es la forma más sublime de la inteligencia, la actitud del espíritu exaltado a expensas del intelecto.