Petro tenía la razón
Por Javier Solórzano Zinser
No es que los reclamos del presidente de Colombia, Gustavo Petro, no tengan la razón. El problema para él y para todos los países que estamos recibiendo migrantes, es que no tenemos capacidad de maniobra para defendernos y reclamar.
La forma en que están siendo expulsados los migrantes muestra una flagrante violación a los derechos humanos como se vio en el caso de los brasileños, quienes iban esposados de manos y pies. Pareciera que Lula ha optado por la mesura, para decirlo suave.
Lo que va quedando claro es que no sólo se está deportando a quienes tenían problemas legales en EU. En las últimas horas, sobre todo, en ciudades como Chicago se ha visto que muchos migrantes están siendo expulsados por el hecho de no tener papeles, que si bien tiene su elemento de ilegalidad, se había llegado a acuerdos de que en esta primera etapa no serían sujetos de expulsión.
El reclamo de Petro se vino abajo cuando Donald Trump lo amenazó con el cobro de 25% de aranceles en caso de que no recibiera a los migrantes colombianos. La argumentación del presidente latinoamericano fue precisa, poniendo la atención en los derechos humanos.
Está visto que para Trump este tema no es algo que esté en su radar político e ideológico. Si en este momento está arremetiendo en contra de una obispa, que lo único que quería era que considerara el tema de lo que Trump impone, en sentido de sólo existen hombres y mujeres haciendo de tajo a un lado y sin consideración alguna a la comunidad LGBT+, queda claro que en su conjunto los derechos humanos no están en su agenda en la gobernabilidad del presidente.
Claudia Sheinbaum ha llevado las cosas por rumbos en que propone entendimientos. Debe saber que nos la vamos a pasar de esta manera durante años, mientras que para Trump lo que importa es dominar e imponer.
En la agenda México-EU hay una gran cantidad de asuntos que generan en buen número de casos problemáticas colaterales. Si en otro tiempo se encontraban mecanismos para irlos resolviendo, Trump si algo va a buscar son pretextos para no resolverlos y así tenernos en la mira, en la agenda y, sobre todo, buscar tenernos totalmente atentos a lo que dice y hace.
Ante los rudos y difíciles temas que nos esperan, una de las estrategias que podría tener un nivel de efectividad sería que América Latina se uniera, porque la migración es un fenómeno común en varios países.
El problema para México es mayor por diversos motivos. A las muchas complicaciones que ya están entre nosotros por el fenómeno migratorio, hay que agregar que el país se está convirtiendo cada vez más en destino de los migrantes.
Vamos a tener que desarrollar una estrategia para definir qué se va a hacer internamente con la gran cantidad de solicitudes, las cuales pasan por la necesidad económica de una gran cantidad de personas y ahora por la persecución política que muchos migrantes vivían en sus países de origen; la migración entra en los terrenos de la sobrevivencia.
Gustavo Petro tuvo que apechugar. Imaginemos qué hubiera pasado si de la noche a la mañana Colombia tuviera que pagar aranceles de 25% en su comercio con EU. La economía sufriría un severo golpe que a quien afectaría directamente es a los ciudadanos colombianos.
Hace algunos días Mauricio Merino nos decía que el país tiene una historia que muestra que cuando hay asechanzas del exterior mejor actuamos, lo hacemos conscientes y unidos.
Lo que es un hecho es que, ante el fenómeno migratorio no hay de otra que entender que es un tema multilateral. No dejemos las cosas únicamente en los terrenos de nuestra relación con EU.
RESQUICIOS.
Tiene razón la Presidenta cuando dice que no pone ni quita gobernadores. El problema en Sinaloa va más allá del estado, está en los terrenos de seguridad nacional. Su opinión e influencia pueden ser fundamentales para el necesario nuevo rumbo que le urge a Sinaloa. El prescindible gobernador es ya un problema múltiple, está en el centro del todo.