Falsas paridades
Por Mónica Mendoza Madrigal
Desde la histórica reforma de 2020 a la que hemos dado por llamar “Paridad en Todo”, y que hace valer ese principio constitucional en todos los cargos de elección popular hasta el día de hoy, han transcurrido dos años electorales en los que se han renovado gubernaturas: 15 en 2021 y seis en 2022.
Luego de un disputadísimo – quepa la expresión superlativa – debate que trascendió al Consejo General del INE y que llegó hasta el Tribunal Electoral para determinar la competencia del primero en establecer que la paridad también aplicaba para las gubernaturas, a los partidos no les quedó otro remedio que dejar de objetar lo que en público aceptaron, pero que en privado no acababa de gustarles: debían postular mujeres para la mitad de las candidaturas a las gubernaturas. Y eso fue lo que finalmente permitió que con el triunfo de seis, en ese año hubiera siete mujeres gobernando entidades, equiparando tan solo en un año la cifra histórica de gobernadoras que hemos tenido en el país desde 1953.
Para el proceso de este año hubo 13 mujeres candidatas para las seis entidades en disputa, incluyendo Aguascalientes, que es el primer estado en el país y en América Latina en tener solamente mujeres contendiendo, lo que dio el triunfo a dos candidatas a gobernadoras más, situación que permitirá que a finales de 2022 tengamos a nueve gobernadoras al frente de entidades, hecho que en sí mismo será histórico.
¿Y ya con eso basta? ¿Con nueve gobernadoras saldamos la deuda histórica? Es precisamente ése el punto en el que coincidimos en afirmar que la paridad puede también ser un arma a través de la cual el patriarcado busque marcarnos el límite de nuestras aspiraciones. Y el mejor ejemplo de ello es cómo se traduce en acciones el discurso que todas y todos manejaron en sus respectivas campañas en los temas de mujeres, donde el claro reto es trascender a una retórica llena de corrección política y aterrizar esa narrativa en compromisos reales.
En un ejercicio colectivo que realizamos un grupo de expertas en temas electorales y de paridad, analizamos los gabinetes de los 15 nuevos gobiernos que entraron en vigor en 2021 y los resultados son relevantes: el gabinete de Marina del Pilar Ávila en Baja California (Morena), registró 29 por ciento mujeres y 71 por ciento hombres; el de Layda Sansores en Campeche (Morena) comenzó con 37 por ciento de mujeres y 63 por ciento de hombres; el de María Eugenia Campos en Chihuahua (PAN) incluye 25 por ciento de mujeres y 75 por ciento de hombres; el de Lorena Cuéllar en Tlaxcala (Morena) inició con 33.3 por ciento de mujeres y 66.7 por ciento de hombres. Sobre Indira Vizcaíno en Colima (Morena) no contamos con datos. Mientras que la única que arrancó con un gabinete paritario fue Evelyn Salgado en Guerrero (Morena), incluyendo 50 por ciento de mujeres y 50 por ciento de hombres en las posiciones de su gabinete.
Por su parte, de los gobiernos encabezados por hombres, el de Víctor Castro de Baja California Sur (Morena) arrancó con un 45 por ciento de mujeres y 55 por ciento de hombres; Alfredo Ramírez en Michoacán (Morena) inició con 37 por ciento de mujeres y 63 por ciento de hombres; Miguel Ángel Navarro en Nayarit (Morena) comenzó con 30.8 por ciento de mujeres y 69.2 por ciento de hombres; Mauricio Kuri en Querétaro (PAN) comenzó con 43.75 por ciento de mujeres y 56.25 por ciento de hombres; Ricardo Gallardo en San Luis Potosí (PVEM) comenzó con 19 por ciento de mujeres y 81 por ciento de hombres; Rubén Rocha en Sinaloa (Morena) comenzó con 46.2 por ciento de mujeres y 53.8 por ciento de hombres; Alfonso Durazo en Sonora (Morena) inició con 38.5 por ciento de mujeres y 61.5 por ciento de hombres; David Monreal en Zacatecas (Morena) inició gestión con 45 por ciento de mujeres y 55 por ciento de hombres; mientras que el único hombre con mejores cifras en cuanto a la integración de su gabinete es Samuel García en Nuevo León (Movimiento Ciudadano), con 53 por ciento de mujeres y 47 por ciento de hombres.
Es decir, en 15 estados con gobiernos estrenados ya en tiempos de paridad, solo uno encabezado por una mujer y uno encabezado por un hombre cumplieron con el principio constitucional de la integración paritaria.
Por lo que respecta a las cinco gubernaturas que entrarán en vigor en los próximos meses porque fueron recientemente electas, apenas están dándose a conocer los gabinetes con los que iniciarán gestión, pero los datos que han comenzado a conocerse resultan francamente alarmantes, como el del gobernador electo de Tamaulipas, Américo Villarreal Anaya (Morena), cuyo gabinete estará integrado por 27 hombres y solo seis mujeres, llegando incluso al extremo de señalar que al frente del Instituto de Igualdad de Género planea designar a un hombre, desconociendo con ello la razón por la que las instancias de las mujeres fueron creadas y generando un retroceso que es simplemente inaceptable.
Es ahí donde la impostura de un discurso en apariencia igualitario queda al descubierto y nos lleva a asumir que así como luchamos hasta hacer valer nuestro derecho a tener una participación política y una representación igualitaria, hoy debemos defender la paridad en cada espacio de representación y de decisión. Como ya lo demostramos, no estamos dispuestas a esperar cien años más, hasta que la ley se cumpla y los derechos ganados sean efectivos.