Quebradero

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Xóchitl y su ni contigo ni sin ti

 

Por Javier Solórzano Zinser

En medio de las invenciones que nos hemos puesto, en ocasiones obligados en términos electorales, las precampañas terminan por ser campañas y por fin están llegando a su fin.

El cierre de precampaña de Xóchitl Gálvez la posicionó de nuevo como una candidata con luz propia y quizá con la capacidad para de nuevo hacerse y verse competitiva. Su discurso le da capacidad de maniobra, sobre todo, porque hemos visto como en los pasados meses se fue diluyendo en medio de los lamentables líos partidistas que a querer o no le terminan afectando.

La relevancia de su discurso estuvo en que logró conjuntar una serie de temas que bajo la óptica de la oposición están siendo de primera importancia. No sólo fue el hecho de que los abordara con claridad, sino que junto con ello tuvo la capacidad de llevarlos a través de una narrativa atractiva, la cual resultó emotiva en una Arena México ávida de tener una candidata que reaccione después de varios meses de pasajes en donde ha prevalecido la adversidad, provocada desde fuera y desde dentro.

Del otro lado va a ser muy importante en forma y fondo cómo cierra su precampaña-campaña Claudia Sheinbaum. Mucho se habla de que ha llegado a su tope. Si así fuera, con eso le sobra y basta para ganar la elección. La clave está en que pueda mostrar mayor capacidad de maniobra propia, no tanto para distanciarse del Presidente, sino para mostrar que tienen las bases para seguir un camino propio en el marco de lo que llaman el proyecto de la 4T.

Con lo que ya tiene Claudia Sheinbaum le podría alcanzar, pero en el camino van surgiendo factores que no se pueden perder de vista. Es necesario que logre tener nuevos votantes, que hoy está visto están distanciados del Presidente. Lo requiere también, porque tarde que temprano se lo van a exigir sus mismos simpatizantes. Quieren que gobierne ella con su proyecto y no él a través de ella.

La gran ventaja de Claudia Sheinbaum es que camina en el proceso con todo el aparato de Gobierno y gobiernos a su lado. Su fortaleza debe empezar por ella misma, pero por ahora empieza y se define a través de los apoyos que está teniendo por todos lados, empezando por quien en buena medida la designó.

Habrá que ver si en los próximos días el discurso de Xóchitl Gálvez cambia las cosas en el Frente y genera un ánimo diferente. El estorbo en que se han ido convirtiendo los partidos tiene que dar un giro, porque la ciudadanía, que fue quien inicialmente impulsó la candidatura de Xóchitl, está alejándose porque son los partidos los que predominan y no sólo eso, también les da por pelearse. La hidalguense se la pasa en la tesitura de ni contigo ni sin ti con los partidos políticos.

PAN, PRI y PRD no dejan de estorbar a lo que se suma que se vean envueltos en lances tan lamentables como el de Coahuila. Es el colmo que no hayan hecho un acuse de recibo. Más allá del fustigado acuerdo PRI-PAN, es inconcebible que los propios partidos no hayan revisado autocríticamente el asunto.

Sorprende también que en el PAN haya pocas voces inconformes al respecto. Que se sepa no se ha presentado una discusión interna entre militantes y su presidente.

Por lo que ha provocado en la opinión pública, en el PAN y de paso en el PRI, tendrían que discutir lo que significa estar metidos en la deplorable y señalada vendimia de ciertos acuerdos partidistas.

Si PAN y PRI no entienden que a pesar de ellos, su candidata logró subirlos a una ola en pocas semanas volveremos a ver nuevos capítulos de lo que ya vimos con Xóchitl.

Más allá de que tenga el aparato de su lado habrá que ver si Claudia Sheinbaum logra posicionarse con peso propio.

RESQUICIOS.

Como si no fuera brutal y triste lo que pasó en Acapulco, el puerto ahora está tratando de lidiar con la delincuencia organizada que le exige “cuotas” a los transportistas. Las autoridades no dejan de prometer que van a resolver el problema, no vemos cómo, mientras las y los acapulqueños esperan y caminan por las calles.