En lugar de aclarar sus nexos con el presunto secuestrador y alcalde electo de Morena en el municipio de Lerdo de Tejada Jorge Fabián Cárdenas Sosa, el presidente de la Junta de Coordinación Política de la LXVI Legislatura del Estado de Veracruz, Juan Javier Gómez Cazarín, juega al “bufón” en redes sociales.
La semana pasada, Jorge Fabián Cárdenas Sosa fue detenido por elementos de la Unidad Especializada en Combate al Secuestro de la Fiscalía General del Estado, acusado del delito de secuestro.
En marzo de este año, Juan Javier Gómez Cazarín gestionó de manera directa la venta del ingenio San Francisco El Naranjal en el municipio de Lerdo de Tejada, el cual fue adquirido por Cárdenas Sosa.
“Gracias a la intervención del diputado Juan Javier Gómez Cazarín, el ingenio San Francisco El Naranjal, ubicado en el municipio de Lerdo de Tejada, reanudará en próximos días su actividad y cientos de familias serán beneficiadas con fuentes de empleo, luego de nueve años de permanecer cerrado.
“Con la dirección, visión y liderazgo del legislador morenista, se logró la venta de la factoría al empresario tabasqueño Fabián Cárdenas Sosa y su socio Alejandro Tovar. La inversión, que asciende a mil 600 millones de pesos, hará posible que éste sea nuevo en toda su infraestructura”, se difundió en ese momento a través de la propaganda de Gómez Cazarín, pagada con recursos del Congreso del Estado de Veracruz.
Luego de esta transacción, Jorge Fabián Cárdenas obtuvo la candidatura de Morena a la presidencia municipal de Lerdo de Tejada, cuya elección ganó el pasado 6 de junio.
Tras darse a conocer la detención de Cárdenas Sosa el pasado 2 de diciembre, Gómez Cazarín negó tener vínculos o ser socio del empresario tabasqueño, lo cual se ha quedado al nivel de los meros dichos. Varias imágenes que circularon en redes desde ese día, muestran cercanía entre ambos, así como con el gobernador Cuitláhuac García y el dirigente estatal de Morena Esteban Ramírez Zepeta.
Lo que sí hace Gómez Cazarín es mandar publicar en medios afines a la “4t” gacetillas en las que destaca sus apuestas con otros funcionarios para las finales del fútbol mexicano, haciendo el papel de bufón de sí mismo para intentar desviar la atención sobre sus vínculos políticos y económicos con el hoy imputado como presunto secuestrador.
