La economía de México se contrajo 0.4 por ciento en términos reales en el tercer trimestre de 2021 en comparación con el trimestre anterior, de acuerdo con la cifra revisada del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) publicada este jueves.
El dato fue mayor que la estimación oportuna dada a conocer por el instituto en octubre, que fue una contracción de 0.2% entre julio y septiembre.
Revisando el dato por sectores, el primario (que engloba actividades de agricultura y ganadería) creció 1.3 por ciento; el secundario (relacionado con la industria) aumentó 0.3 por ciento, y el terciario (que tiene que ver con servicios) se redujo 0.9 por ciento.
En su comparación anual, es decir, el tercer trimestre de este año con el de 2020, el Inegi señaló que hubo un aumento de 4.7 por ciento, esto en parte por la baja base comparativa: hace un año, la economía nacional estaba saliendo de la que ha sido una de sus peores crisis históricas.
Después de que el Índice Global de la Actividad Económica (IGAE), una especie de PIB mensual, avanzó solo 0.1 por ciento en julio y se contrajo 1.6 por ciento en agosto, el ‘tropiezo’ del PIB en el tercer trimestre era esperado.
Si bien la economía espera un ‘empujón’ en los últimos tres meses de este año gracias al consumo interno -las ventas del Buen Fin 2021 fueron 10 por ciento mayores que las de 2020, según estimaciones-, decisiones recientes del Gobierno tiene el potencial de afectar la trayectoria del PIB.
Por un lado, estuvo la decisión sorpresiva del presidente Andrés Manuel López Obrador de retirar a Arturo Herrera el nombramiento para gobernador del Banco de México y proponer en su lugar a Victoria Rodríguez Ceja, actual subsecretaria de Egresos.
En un principio, la decisión cayó mal (el peso tocó su peor nivel desde marzo). El miércoles, más tarde, Rodríguez Ceja se pronunció por primera vez tras conocerse su nombramiento enviando un mensaje que parecía tener un destinatario claro: el mercado.