Con un gol de campo con solo ocho segundo para finalizar el partido, los Kansas City Chiefs batieron 38-35 a los Philadelphia Eagles y conquistaron su tercer título de Super Bowl de la NFL en una actuación épica de Patrick Mahomes.
El quarterback jugó gran parte del partido limitado por una lesión de tobillo, pero fue capaz de liderar la remontada en la segunda mitad de los Chiefs en Glendale, Arizona, tras la que fue reconocido con su segundo premio MVP de la final.
Mahomes ha comandado a los Chiefs a dos victorias en el Super Bowl en las últimas cuatro temporadas, que lo colocan con los mismos trofeos que leyendas como John Elway y Peyton Manning.
Con solo 27 años, el quarterback texano se perfila como el gran aspirante a perseguir el récord de siete títulos del recién retirado Tom Brady.
Los Eagles, el mejor equipo de la fase regular, dominaban 24-14 cuando llegó el descanso y Mahomes acababa de recaer de su lesión en el tobillo derecho.
Hasta ese momento, era Jalen Hurts quien dominaba claramente el duelo histórico con Mahomes, la pareja más joven de quarterbacks en enfrentarse en un Super Bowl.
Pese a la derrota, Hurts dio la cara con una actuación colosal en la que igualó el récord de tres touchdowns de carrera para un quarterback en un Super Bowl y logró la mejor marca de yardas de carrera (70) para un jugador de su posición.
Pero Mahomes volvió a sobreponerse a sus problemas físicos y comandó a los Chiefs a una remontada en la segunda mitad, culminada con un gol de campo de Harrison Butker de 27 yardas a ocho segundos del final.
En el descanso, «todos dijimos que teníamos que mejorar nuestro juego», declaró un radiante Mahomes. «La defensa se dejó la piel en la segunda parte. Nuestro ataque encontró la manera. Quiero dar las gracias a todo el equipo. Hemos luchado»
Entre los más de 63 mil espectadores del gran acontecimiento deportivo de Estados Unidos, se incluyó una colección de celebridades, entre ellos el basquetbolista LeBron James, los músicos Paul McCartney, Adele y Jay-Z y los actores Bradley Cooper y Paul Ruud.
En el show del descanso, Rihanna protagonizó su esperado regreso a los grandes escenarios con un show en el que desplegó sus éxitos sobre una plataforma en las alturas del estadio. La artista de Barbados cosechó elogios por su actuación y especulaciones sobre un segundo embarazo, que fue rápidamente confirmado por sus representantes.
