No le creo a ninguno (la trama Cassez)

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Por Ruby Soriano

Un México donde la cultura de la presunción del delito y los vacíos abismales en la impartición de justicia retumban en todo un sistema carcomido por la corrupción y las redes de contubernio entre jueces, policías, sistemas penitenciarios, hombres poderosos, políticos y por su puesto Presidentes en turno, son las constantes más explícitas en el reciente documental estrenado por Netflix: El caso Florence Cassez-Israel Vallarta (Una novela criminal).

Después de analizar la trama de este documental concluyo la incredulidad que hoy nos invade a muchos mexicanos, sobre todo cuando se trata de la impartición de justicia en el país.

Es tanta la corrupción que hoy etiqueta a México que resulta dudosa la versión de todos los involucrados en esta trama donde por momentos se victimiza y se tiñe de heroína a la francesa Florence Cassez.

La duda abre abismos de credibilidad cuando se intenta argumentar la inocencia de Israel Vallarta quien desde prisión levanta la voz para considerarse como una víctima de una venganza personal contra su ex cuñado francés Sebastien Cassez.

El documental también nos recuerda la ola de violencia y secuestros que sacudió a México en el sexenio de Vicente Fox.

Nos recuerda cómo surgió la figura del temido Genaro García Luna, al abrigo y cobijo de su padre político, el ex Presidente Felipe Calderón Hinojosa.

Evidencia las fallas del sistema judicial que sin distingo de sexenio siguen siendo uno de los temas con mayor fragilidad a la hora de hablar de impartición de justicia en el país.

El montaje de elementos de la AFI en la detención de la francesa y Vallarta no sólo nos hace mirar con detenimiento los tentáculos que se movían entre bambalinas para crear culpables o exculpar delincuentes, según fuera el caso.

Ver en el video de la detención los apretones que sufría en el cuello Israel Vallarta para que respondiera en vivo a las preguntas de los reporteros de Televisa y TV Azteca, nos revela la tortura que hubo detrás. Más aún cuando en el documental se muestra la toma abierta de a quién pertenecían esos dedos que apretaban el cuello del detenido. La imagen lo dice todo, se trataba de Luis Cárdenas Palomino, mano derecha de García Luna en la Policía Federal.

Por otra parte, los testimonios de las víctimas de secuestro y de sus familiares por momentos se les intenta dar un toque de incredulidad y desvanecer los argumentos que para ellos son la veracidad con la que defienden la solicitud de justicia para sus seres queridos, quienes presuntamente fueron privados de la libertad por la banda de Los Zodiacos, liderada por Israel Vallarta.

El documental resalta la figura de un hombre cuyo rostro sólo se muestra con luz oscura pero que en México es ampliamente conocido sobre todo en la comunidad judía. Se trata de Eduardo Margolis quien es apodado como “El Gólem” de la comunidad judía en México, debido a su participación en el rescate de varios integrantes de esta comunidad que han sido secuestrados o se ha intentado privar de su libertad.

Margolis es como “un padrino” de los judíos en México, quienes lo consideran como de los miembros privilegiados a pesar de estar conscientes de que su “Gólem” tiene contactos directos no sólo con el poder en el país, sino con las cúpulas de inteligencia policial, ya que él mismo ha trabajado en la asesoría de gobiernos pues se dice que en sus tiempos de juventud se formó en las filas del Mossad, la máxima organización de élite en seguridad con la que cuenta el Estado de Israel.

El documental afianza en todo momento la versión de que el hilo conductor del Caso Cassez-Vallarta responde a una venganza personal de Margolis en contra de Sebastien Cassez, hermano de Florence.

El punto climático de la trama se da con la liberación de la francesa durante el sexenio de Enrique Peña Nieto. Sin embargo, Vallarta sigue en espera de una sentencia denunciando una gran cantidad de irregularidades en su proceso, propias de las fallas que se siguen normalizando en nuestro sistema de justicia en el país.

Tras la exhibición del documental, es difícil otorgarle la credibilidad a cada uno de los involucrados pues las versiones contrastan y se convierten en un punto de inflexión para poner en duda todas las versiones de un caso, donde como en muchísimos más, se evidencia la fragilidad del sistema de impartición de justicia que sigue prevaleciendo en México.

 

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