Xalapa y su agua

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Por Uriel Flores Aguayo

En nuestra ciudad tenemos uno de los mejores climas que pueda haber en el mundo: templado. Por nuestra ubicación geográfica somos privilegiados con un clima benigno, sin los extremos de calor o frío. Nuestro clima es un aporte fundamental a nuestra calidad de vida. Por ese factor, más ser sede política y universitaria, quienes vienen por un tiempo simplemente ya no se quieren ir de ella. A la vez, ese clima facilita ciertas actividades y moldea nuestra personalidad colectiva. No percibo que estemos siendo afectados claramente por los cambios climáticos; es posible que nuestra condición de ciudad verde nos esté protegiendo de cambios bruscos en el clima.

Pero sí tenemos un problema con el agua potable. La traemos de muy lejos y es insuficiente. Cada vez más se amplían los tandeos y se carece en tiempo prolongado en ciertas zonas de ese vital líquido. El agua potable se administra por un organismo obeso que ha acumulado problemas por un manejo no fundamentalmente técnico. CMAS es caro e ineficiente; de ello dan cuenta sus tarifas y el reciente cambio de director. Su desmesurado crecimiento tiene que ver con históricos manejos políticos. No estoy seguro de que la CMAS actual esté preparada para los retos del abasto de agua.

Este vital líquido lo traemos de Chilchotla, Puebla y del Alto Pixquiac, fundamentalmente. Al parecer no se están implementando programas de reforestación en aquellos lugares. Es el inicio de todo. Sin acciones de cuidado de los bosques estamos en riesgo de perder o ver disminuidas las posibilidades de captación de agua. El problema o el chiste no consiste en administrar el agua, cobrarla. Lo estratégico es cuidar todo el proceso. Seguimos en espera de conocer los programas para evitar la desforestación de las zonas donde se origina el agua que consumimos en Xalapa. Eso es vital. Requiere visión, trabajo coordinado y recursos.

Hay que darle la máxima importancia al manejo del agua potable desde la sociedad y las instituciones. Aquí se requiere la intervención de los tres niveles de gobierno. Por un lado cuidar el agua, ahorrando; por otro, evitar fugas y derroche; además, cuidar las fuentes. Se siguen necesitando fuertes campañas de concientización para cuidarla. Es hora de contar con un organismo moderno, profesional y visionario que se haga cargo de garantizar a Xalapa la suficiente agua para las siguientes décadas.

Nada es mucho lo que se haga en previsión del cuidado del agua. Se tienen que desarrollar políticas y programas de concientización sobre la importancia vital del agua. Trabajar en las escuelas y en la sociedad toda, permanentemente, con información actualizada de la situación en que vivimos al respecto. Mostrar lo que pasa en el mundo y en lugares como Monterrey; que vea la ciudadanía lo que pasa cuando falta el agua. Con mayor conciencia ambiental apuntaremos al ahorro y al pago oportuno.

El Ayuntamiento y CMAS están obligadísimos a desplegar todas sus capacidades para garantizar el abasto suficiente y de calidad a Xalapa. Invariablemente todo inicia con la intervención seria, respetuosa y planificada en las zonas de captación. Se debe trabajar directamente con los campesinos que habitan cerca de los bosques y presas desde donde viene el agua para Xalapa.

Recadito: cada vez toman más fuerza los reclamos ante los atracos de las grúas.

Ufa.1959@gmail.com