Un inmenso cochinero, elección interna de Morena

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En medio de agresiones, cínico acarreo de burócratas y beneficiarios de programas sociales, y algunas de las más arcaicas prácticas del viejo régimen para hacer fraudes electorales, transcurrieron el fin de semana las elecciones internas de Morena en todo el país.

Prácticas que se habían superado en la política mexicana como el robo de urnas, la quema de papeletas, así como trifulcas en las casillas para intimidar a sus funcionarios y a los votantes y reventar las votaciones, se realizó la primera jornada de asambleas distritales de Morena para elegir a tres mil consejeros estatales en todo el país.

Las trifulcas y acarreos se repitieron en Veracruz, Puebla, Michoacán, Oaxaca, Hidalgo y Guerrero, entre otras entidades. En este último estado, en los municipios de Tlapa de Comonfort y Ayutla de los Libres se destruyeron urnas y se quemó papelería electoral.

En diversas sedes, principalmente de la Ciudad de México, se pudo observar cómo los operadores entregaban las hojas de afiliación ya marcadas, principalmente a adultos mayores y jóvenes.

En Zongolica, Veracruz, hubo quema de boletas y la elección tuvo que ser suspendida. También se registraron incidentes violentos en Nautla, Tantoyuca y Minatitlán.

La diputada federal veracruzana de Morena, Ivonne Cisneros Luján, publicó en su cuenta de Twitter: “A los que acarrearon y compraron votos en las elecciones internas de @PartidoMorenaMx, les aviso que están MORALMENTE DERROTADOS”.

El militante morenista John Ackerman denunció que en el distrito 23 de Coyoacán se ubicó a una mujer repartiendo hojas de afiliación marcadas con antelación y al ser descubierta, le arrebató el teléfono.

Alejandro Rojas Díaz-Durán, suplente del senador Ricardo Monrealy quien fue excluido por su partido de los listados para participar en el proceso, calificó la elección en Morena como “el carnaval del acarreo y de la simulación. Morena abrió la puerta a las lacras de la política: clientelismo, corporativismo e influyentismo. Es el primer paso hacia un nuevo partido de Estado y una regresión antidemocrática y autoritaria”, acusó.

Según el dirigente nacional de Morena, Mario Delgado, entre 1.5 y dos millones de personas acudieron votar en 345 centros de votación para elegir a sus congresistas, y que “solamente” en 11 centros se registraron incidentes, mismos que fueron “provocados” por “personas ajenas” al partido.