Quebradero

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Intolerancia y persecución

Por Javier Solórzano Zinser

Si no defendemos una vida de respeto y convivencia dentro de nuestras diferencias de pensamiento vamos a entrar a un tobogán del cual nos costará mucho tiempo salir, más allá de todos los riesgos que conlleva.

La intolerancia puede llevar a la persecución. El proceso de radicalización del Presidente forma parte de lo que estamos construyendo. Podría ser que a partir de hoy los seguidores del Presidente busquen llevar las cosas a los extremos en ámbitos en asuntos que consideren de “primera importancia”.

La movilización en las calles es una constante en López Obrador, está en sus entrañas, a lo que hoy se suma su gran capacidad de maniobra desde el poder.

Es muy probable que en el corto y mediano plazo la sociedad enfrente escenarios en que las presiones de toda índole se agudicen para convertirse en estrategias políticas del gobierno, de Morena y de sus aliados.

En ello no solamente está de por medio la legitimidad y las mayorías electorales, está también las formas en que se instrumenta el poder político. En los pasados tres años hemos visto cómo se ha intimidado con el objetivo de buscar caminos para poder tomar decisiones en ámbitos en que algunos personajes, organizaciones e incluso partidos, pueden eventualmente “estorbar”, sin pasar por alto una historia cargada de tropelías.

Las movilizaciones son parte estratégica de la acción política, es el “músculo”. El pasado miércoles tuvimos una demostración de ello en un acto de apoyo al Presidente, más allá de la revocación de mandato y la defensa de la Reforma Eléctrica.

El método fue el de la vieja usanza, o a la usanza de siempre. Organizaciones sociales afines a Morena y dependencias de gobierno movilizaron a sus integrantes sin importar la forma en que lo hacían, algunas convocatorias dadas a conocer para el mitin muestran el talante de las cosas.

Para mañana se ha convocado a una movilización en las afueras de la Cámara de Diputados a través de la Secretaría General de Morena vía @Frente_NREmx, con el objetivo de apoyar la Reforma Eléctrica, “la discusión más importante”.

Muy probablemente estas estrategias van a estar cada vez más entre nosotros, porque además son esencia del diseño político del gobierno y el Presidente conoce como pocos cómo hacerlo y la efectividad del método.

Lo que puede venir también, de hecho, ya existen indicadores de ello, son presiones que busquen señalar a quienes no comparten las políticas del gobierno y sobre todo del Presidente. Los señalamientos a las y los ministros de la Corte en el debate sobre la Reforma Eléctrica son una manifestación de otro tipo de presiones y reacciones ante quienes no piensan de la misma manera.

Las críticas a la ministra Ríos-Farjat tienen que ver con el estás conmigo o estás contra mí y quizá también con el hecho de que haya tenido el visto bueno del Presidente para su designación, lo cual presumen que significa que tiene que actuar como se lo piden y no en función de sus conocimientos. No se puede nombrar a un ministro o ministra para ser incondicional, de eso no se trata la legalidad.

Cada vez nos alejamos más del derecho que tiene cada persona a tener sus propias ideas y decisiones. No puede perseguirse a nadie por pensar diferente, ése es el camino hacia la sociedad autoritaria en donde bajo la concepción de que quien gobierna es la mayoría impone su pensamiento, es lo que lleva a rasgos autoritarios amparándose en la democracia y la razón.

Estamos en medio de una coyuntura que va a trascender; lo que está pasando hoy será transgeneracional.

RESQUICIOS

Los históricos vicios de la política aparecieron ayer. Se movilizó a la gente sin el menor recato, se trataba de salir a votar como fuere. También estuvieron quienes genuinamente creyeron en un proceso convocado por el Presidente para el Presidente. El PRI inició el clientelismo, el PAN lo intentó y Morena lo va perfeccionando. Fue una jornada en donde más de alguno asumió que es la encarnación de la patria.