Remembranzas

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El 5 de marzo y su importancia en la educación

 

 

Por Leticia Perlasca Núñez

 

El 5 de marzo es una fecha importante, en 1993 por ejemplo, se elevó a rango constitucional el derecho a la educación. Cabe recordar el antecedente y el camino que siguió dicho acuerdo de gran trascendencia.

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La Constitución de 1917 estableció un parteaguas jurídico que ubicó a nuestro país como un referente internacional en materia de garantías políticas de derechos sociales. El texto constitucional en su conjunto y, particularmente, los artículos 3º, 27 y 123 (relacionados con la educación, la propiedad de la tierra y el trabajo) dan cuenta de la originalidad y el carácter renovador de nuestra Carta Magna, expresando la concepción política de los gobiernos emanados de la Revolución mexicana.

En el texto original del artículo 3° de la Constitución en México se reconoce el carácter libre, laico y anticlerical de la enseñanza pública y privada, estableciendo el compromiso de otorgar enseñanza primaria pública gratuita a toda la población.

El alcance de esta disposición se transformó a lo largo de la historia; comenzando con un perfil liberal y republicano, en el periodo de Lázaro Cárdenas se adoptó una noción de carácter socialista, continuando más tarde la propuesta de una educación democrática con Miguel Ávila Camacho y que concretaría Miguel Alemán. Así, queda claro que las diferentes iniciativas respondieron al contexto, la forma de gobierno y el desarrollo político y económico del país.

No fue sino hasta el 5 de marzo de 1993 que se elevó a rango constitucional la obligación del Estado de impartir educación preescolar, primaria y secundaria de manera gratuita. De este modo, el sistema educativo mexicano se fortaleció para garantizar la máxima que dispone que “Todo individuo tiene derecho a recibir educación”.

Se precisaron además los mecanismos o instrumentos para organizar e implementar las acciones correspondientes para dar cumplimiento a este mandato, el cual buscaba responder a las necesidades del país y a las demandas sociales de mejorar la calidad educativa en todos sus niveles a partir de la educación básica.

El reconocimiento constitucional de la obligación del Estado de impartir educación básica, pública, gratuita y de calidad se da en un contexto coincidente con la ampliación y mejora de los servicios educativos; cuando la escolaridad promedio había aumentado y el índice de analfabetismo se había reducido.

De esta forma, se fijaron las pautas que guiaron el cumplimiento de la responsabilidad estatal de garantizar plenamente el derecho a la educación y reconocer su importancia para el futuro y el desarrollo del país, situación que hoy en día por desgracia se respeta cada vez menos.

 

@PerlascaLety

 

FB Leticia Perlasca