Revolcando la gata o la carabina de Ambrosio…

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Por Víctor Roccas

“Ambrosio fue un labriego que existió en Sevilla a principios de siglo XIX. Como las cuestiones agrícolas no marchaban bien a su antojo, decidió abandonar los aperos de labranza y dedicarse a salteador de caminos, acompañado solamente por una carabina. Pero como su candidez era proverbial en el contorno, cuantos caminantes detenía lo tomaban a broma, obligándole así a retirarse de nuevo a su lugar, maldiciendo de su carabina, a quien achacaba la culpa de imponer poco respeto a los que él asustaba.” -José María Ibarren: El porqué de los dichos.

El discurso de Andrés Manuel López Obrador en la sede de la ONU, específicamente ante el consejo de seguridad, ha sido para muchos heraldos de la 4T un hecho insólito, valiente, dignificante, magistral y revolucionario, sin embargo para algunos, como este escribidor, es la evidencia del funcionamiento de la demagogia como distractor de propias responsabilidades y obligaciones.

En su portal o página oficial se indica; “El Consejo de Seguridad tiene la responsabilidad primordial de mantener la paz y la seguridad internacionales. El Consejo de Seguridad tiene 15 miembros y cada miembro tiene un voto. De acuerdo con la Carta, todos los Miembros de la ONU convienen en aceptar y cumplir las decisiones del Consejo de Seguridad. Éste es el único órgano de la ONU cuyas decisiones los Estados Miembros, conforme a la Carta, están obligados a cumplir.”

Por tal motivo era de esperarse por parte del presidente de México mención alguna sobre la violencia, las muertes, la actividad delictiva y criminal del narco, el tráfico de estupefacientes, el tráfico de blancas y menores, la acción, presencia, objetivos y recursos destinados al ejército aún en activo como organismo encargado de la seguridad interna del país cuando en realidad su función se debe ceñir a la defensa de la soberanía nacional, la actividad imparable del crimen organizado, la violación de los derechos ciudadanos de mexicanos y derechos humanos de migrantes, desplazados o indocumentados, a manos frecuentemente, a propósito, del mismo ejército ahora camuflado como Guardia Nacional.

Igualmente hubiera sido interesante escuchar los resultados de su estrategia de seguridad nacional planteada por el mismo desde febrero 2016 (hace ya casi 6 años) cuando sentenció;

“No debe seguir exponiéndose al Ejército, ni socavarlo; regresarlo en la medida que se va profesionalizando la policía y eso nos llevará seis meses, en tanto la nueva policía federal sea la que se haga cargo de garantizar la seguridad, es una institución que debemos cuidar todos y su encargo es defender la soberanía nacional por lo que una nueva Policía Federal debe ser la que se haga cargo de la seguridad pública del país.” -A.M. López Obrador

En aquellos tiempos el entonces precandidato tabasqueño establecía, como lo hizo ante el consejo de seguridad de la ONU ayer, que la inseguridad no debe combatirse sólo con medidas coercitivas, sino también con programas que ayuden a re-establecer el tejido social, alejen a la gente de la delincuencia organizada y que en principio garanticen empleo, bienestar y atención a los jóvenes para abatir la delincuencia. Mencionaba desde entonces los programas en el anteriormente llamado Distrito Federal, cuando fue Jefe de Gobierno entre 2000 y 2006.

Sin embargo la narrativa se repitió hasta la saciedad durante la exposición del mandatario mexicano esgrimiendo el concepto de corrupción que se ha convertido en estigma del mexicano y de los gobiernos al turno, para el mexicano la corrupción es, ha sido y seguirá siendo parte de la identidad social endosada por las autoridades así como para cada gobierno la corrupción es la fórmula salvífica que blinda al poder con más leyes entretanto se disfraza la fábrica de la casta elitista, arrogante, mendaz y depredadora de familias de parásitos que forman la partidocracia mexicana.

Las palabras de AMLO en la ONU definitivamente no tendrán mayor resonancia que los ecos de sus huestes y jilgueros, su inicial referencia a la fuerza militar realmente fue más una auto-exoneración que un exordio;

“No vengo a hablar de seguridad como sinónimo de poderío militar ni como argumento para el empleo de la fuerza…” -A.M. López Obrador

Y claro que no le fue conveniente hablar de seguridad ¿De cuál seguridad podría hablar? Mucho menos conveniente fue hablar del poder militar en un país, como México, en donde gracias al mismo AMLO coincidentemente el empoderamiento de las fuerzas castrenses ha tenido una evolución vertiginosa y peligrosa, lo cual no suscribo ahora como ocurrencia febril, en su momento y durante años de campaña el propio Obrador lo planteó reiteradamente cuando el infame Felipe Calderón liberó a los militares en las calles o cuando la desaparición de los 43 de Ayotzinapa o los muertos en Tlatlaya despertaron nuevamente la consciencia social a la realidad de los alcances de la fuerza militar suelta en las calles, por no mencionar ya el caso del General Cienfuegos.

De lo anterior y en adelante el desarrollo de las palabras del presidente mexicano fue simplemente una retahíla de frases ya bastante cansinas sobre la corrupción y su efecto en las sociedades modernas. Y como siempre en el juego de la demagogia la clave son las palabras, palabras que se sujetan a un contexto manipulado, en este particular de la palabra corrupción como razón de todo mal en la sociedad y en el orbe.

Entremos entonces en la siguiente reflexión; Entender la corrupción como facto social que emana del engaño, la mentira, la inmoralidad o la doble moral, la perversión, la ambición, etc, pero irremediablemente como un acto que se repite e incide constantemente pues la corrupción se puede entender también como una acción continua, crónica, repetida, costumbrista incluso. Por ello existe la consideración de algo que sustenta la corrupción más allá de la cultura o la sociedad vulnerada o viciada, ese algo es la impunidad pues en ella es donde la corrupción se anida, crece y se alimenta.

AMLO habló bastante de la corrupción, de las leyes y derechos pero evitó obviamente hacer mención de la impunidad como madre de la corrupción. Definió a la corrupción como el principal obstáculo para ejercer el derecho de cada individuo a una vida libre de temores y miserias, pero obvió aclarar que quienes han corrompido, corrompen, aún leyes y derechos siguen parasitando y medrando con total impunidad entre nosotros, muchos arropados desde el poder partidocrático y desde el gobierno mismo.

Intentó sostener el estandarte del humanismo enunciando la normalización de lo abominable como principio de negocio rentable, olvidando en su retórica que lo abominable también crece gracias a la impunidad en la indolencia para ejercer la ley, la justicia y la equidad muchísimo antes que en la lucha declarativa contra la corrupción misma, y que desde luego es abominable también sustentar corruptos como miembros de partido o candidatos a supuesta elección popular que convierten elecciones en, insisto, abominables negocios cuando se alcanza el poder.

Esgrimió el enunciado del ¡Deber colectivo de las naciones! para garantizar el derecho a una vida libre sin poder predicar con el ejemplo (pues es más que conocido la libertad en México está condicionada por el crimen organizado llamado narco estado).

Colocó en la palestra la estrategia contra la pandemia orquestada por la ONU y fue crítico de las farmacéuticas pero no mencionó que aquí en México el mismo gobierno ha ocultado los contenidos de contratos de compra de vacunas por 5 años encubriendo igualmente lo abominable de este negocio.

Dignificó “la paz como fruto de la justicia” pero no explicó porqué en este país no existe paz alguna dejando a suposición inmediata la causa del porque en este país las leyes se dispensan a modo y bajo el troquel del mejor postor pues experimentamos una división social fomentada justamente por esa impunidad que no parece incomodar ni existir para el presidente tanto como la corrupción que cada día rebosa y se derrama de las cañerías de la política partidista y del gobierno que no puede garantizar ni paz y mucho menos justicia.

Y habló nuevamente como cualquier político demagogo en campaña de soluciones a fondo tales como desterrar la “corrupción” o evitar que la juventud mexicana sea enganchada por la delincuencia con ciertos nichos de oportunidad como educación y empleo, privando al público presente de mencionar que en este país carecemos de educación digna, de calidad, equitativa y mejor ni mencionar la cuestión laboral deplorable con salarios de miseria y total falta de desarrollo personal. E igualmente describió la estrategia de la victoria sobre las bandas delictivas privándolas del semillero de un ejército de reserva, pero no mencionó ni cómo ni cuándo se aplicaría justicia y se evitaría la impunidad de tales ¡Bandas delictivas!

Insistió en el tema de la migración y la cantaleta de abatirla mediante oportunidades que jamás se han visto, ni se verán mientras el mismo gobierno hace caravana con sombrero ajeno y el país resuella gracias al aumento de remesas provenientes de los migrantes en USA, si estimado lector esos mismos migrantes a quienes Gerardo Fernández Noroña acusó y regaño por comodinos a los connacionales al pedir apoyo a AMLO para repatriar restos de sus difuntos y exigiéndoles sean los mismos migrantes quienes corran con tales gastos aunque sea ahorrando ¿Así o más hijo de puta?,¿De qué oportunidades habla López Obrador cuando se regatea incluso la ayuda inmediata para repatriar restos de migrantes fallecidos en USA?

Olvidó convenientemente el hijo predilecto de Tabasco que parte del caudal de migración forzada es causa de la violencia e inseguridad provocado por la impunidad de grupos criminales y la inacción del gobierno, migración no por falta de oportunidades de trabajo sino simplemente para salvar la vida ante la violencia, muertes (literalmente una guerra protagonizada por el narco en contra de la ciudadanía en donde el gobierno solo participa como testigo mudo) y que aumentan cada día acumulando la cifra de más de 100,000 decesos en tres años de gobierno de López Obrador, cifra mayor que la resultante en algunas conflictos bélicos convencionales contemporáneos.

Expuso también una argumentación muy sutil para seguir actuando como portero glorificado del Presidente Biden a quien le cuida las puertas del traspatio haciendo patente su compromiso para seguir vigilando el flujo migratorio en la frontera sur aún a costa de la violación de los derechos humanos, faltaba más Mr. Biden, ¡Sir, aye Sir!

Recordó a los presentes que uno de sus programas insignia, el famosísimo “sembrando vida”, podría solucionar el flujo de personas migrantes desde el sur, concedió sus datos y sus cifras pero no mencionó el grave problema en México que existe por la tala clandestina, comercio ilegal de madera de grupos delincuenciales asociados con el narco y las repetidas agresiones en contra de habitantes rurales como la que recientemente ocurrió a causa del incendio provocado en la comunidad de Atlahuaca, Oaxaca en donde 150 viviendas desaparecieron y al menos 250 personas quedaron desamparadas. Igualmente no hubo mención del aumento de policías comunitarias y armamento clandestino ante la ola creciente de violencia e indefensión en zonas rurales del territorio mexicano, todo patrocinado por un gobierno inoperante pero eso sí, muy, muy moral.

A modo de descubridor del hilo negro y el agua tibia el presidente de México estableció la necesidad por parte de la ONU para usar “sus” ideas a modo de una 4T a nivel mundial, ¡Imagine el estimado lector a la fanaticada del rayito de Macuspana levantados y aplaudiendo como focas amaestradas las palabras del magnánimo líder ante la ONU!, para así, con el manual “Bienestar para Dummies” registrado y autorizado marca “4T”, escrito por el dedito que todo lo sabe, aportar humildemente un garbanzo de a libra para gloria de la humanidad, de la cuarta transformación y modestamente de él (incluidos los beneficios partidistas y publicidad electoral en el futuro).

Fue crítico del ejercicio de la ONU, acusó falta de empeño y exceso de formalidad, silencio y encubrimiento ante la desigualdad en el mundo por parte del organismo internacional, que además son causa del malestar social que “cunde en el planeta”, evitando desde luego mencionar que él mismo no ha logrado en México lo que exige para el mundo, empezando por la impunidad, el malestar social y la desigualdad, por no hablar de la tan cacareada corrupción que ya no existe pero se sigue padeciendo…

Se atrevió a juzgar que en la historia de la ONU nunca se ha hecho nada sustancial en beneficio de los pobres, ignorando solo de principio (seguramente por conveniencia y no por estupidez) que la asamblea general la ONU adoptó unánimemente la “Declaración Universal de los Derechos Humanos” el 10 de diciembre de 1948, que fue firmada por México y aceptada totalmente en sus 30 artículos y como país firmante obligado a cumplir con tal compromiso.

Recordó el Peje a Franklin Delano Roosevelt, seguramente a cuenta de la aderezada mención de Ken Salazar (Embajador Norteamericano en México) como palmadita en la testa al ejecutivo mexicano, pero olvidó traer a cuenta a Eleanor Roosevelt como parte de los 8 miembros de la ONU que elaboraron la Declaración Universal de los Derechos Humanos, allá en los asiduos tiempos entre la 2da. Guerra mundial, la Guerra Civil Griega, la Guerra en Vietnam y la Guerra de Indochina.

Exigió López Obrador a la ONU actuar ya con justicia, atendiendo las causas y no solo las consecuencias, mordiéndose la lengua pues él mismo ha sido incapaz u omiso para actuar a cambio de la impunidad que cabalga airosa sin atender causas entre tanto el perdón campea como bálsamo para las consecuencias en este pobre país de honestidad valiente y corrupción inherente.

Para rematar el zurcido electoral y proselitismo internacional advirtió que México presentará un ¡Plan mundial de fraternidad y bienestar!..

¡Ámonos señores, échense ese trompo a la uña!.. ¿Un Plan Mundial de Fraternidad y Bienestar cuando el gobierno de México ha incumplido la Declaración Universal de los Derechos Humanos constantemente?,¿Un Plan Mundial de Fraternidad y Bienestar cuando él mismo AMLO definió a los derechos humanos como concepción fifí? ¿Desconocerá acaso el dueño de “La chingada” que los 30 artículos de la Declaración Universal son la base real de un mundo más justo y equitativo si los 195 países firmantes observaran su cumplimiento a cabalidad?

Aclaró que el objetivo de su Plan es garantizar una vida digna a 750 millones de personas en el mundo, pero lo que no dijo es que esas 750 millones de personas en el mundo tendrán que esperar que el mismo objetivo se cumpla en México para 100 millones de habitantes que sobreviven sin la dignidad que tanto alarma al tabasqueño.

Finalmente, y a similitud de aquellas famosas reuniones de esquemas de Ponzi, el presidente evidenció el intríngulis de su plan, conseguir inversores entre los más ricos requiriéndoles (a nombre de la ONU, pero por supuesto adjudicándose el mérito y crédito por su Plan marca 4T) aportaciones voluntarias. Pues es obvio que el dinero ya no le alcanza al gobierno, ni con impuestos al alza, ni con nuevos impuestos, ni con terrorismo fiscal, ni con los nuevos contribuyentes cautivos, ni con la supuesta austeridad republicana y que mejor recibirlo como ayuda internacional y en dólares. Para eso me gustaba… El fino arte de pasar la charola a cuenta de boletos al paraíso y la felicidad en el cielo.

Por tanto la participación de Andrés Manuel López Obrador ante el foro de la ONU podrá parecer a ojos de sus matraqueros de la 4T un acto revolucionario de reivindicación social por parte de un estadista… Para este escribidor fue simplemente una locución más con fines electoreros, de evidente triunfalismo, arrogante autopromoción y dislocación de la realidad, pero lo más lamentable resultó ser desperdiciar la oportunidad para comprometerse nuevamente y a cabalidad con la Declaratoria Universal de los Derechos Humanos y recordar a los países firmantes el compromiso adquirido con la humanidad y con la dignidad del ser humano.

Pero simplemente fue la misma pinche gata pero revolcada que resultó ser evidencia de la Carabina de Andrés…