Los morenistas que hoy se rasgan las vestiduras por el homenaje que el Congreso de Veracruz, controlado por su partido, hizo al exgobernador Fidel Herrera, se hacen los que no saben que la alianza con la “fidelidad” tiene años y que sin ésta, no estarían gobernando el estado. Pregúntenle a Cuitláhuac y su papá.
Si la recordada periodista veracruzana Regina Martínez viera cómo la usan politiquetes y burócratas de cuarta para sus agendas políticas, les escupía en la cara. Que la justicia llegue para ella algún día.
Irónico, que quienes se han dedicado a fracturar a su partido para imponer sus intereses e incluso a operar en su contra y dobletear con otros, ahora se rasguen las vestiduras porque no les dieron la posición que exigían en las listas de regidurías. Hay que ser cínico y cachetón.
¿Qué le deben al pederasta y violador detenido en flagrancia Celestino Rivera Hernández, que la 4t lo busca colocar a como dé lugar en posiciones de poder?
Martín Aguilar Sánchez inició su rectorado al frente de la UV pidiendo una disculpa pública por un tema de derechos humanos. Y al paso que va, es muy probable que lo termine igual, este verano.
Ante los escándalos de corrupción en la SEV, la secretaria Claudia Tello optó por la opacidad. “No estamos dando entrevistas”, respondió a los reporteros que le cuestionaron el desgarriate y se siguió de frente. Que alguien le diga que es servidora pública.
Curioso, que la CEAPP de Nahle exija “un comportamiento ético y profesional en su vida pública y privada” a los periodistas en Veracruz, cuando varios de sus integrantes están «enchufados» con el gobierno. Lo que hay que ver.
Refrendamos para 2025 nuestro compromiso con la libertad de expresión, con la crítica fundamentada al poder y con el derecho a la información de toda la ciudadanía. ¡Felicidades!
Muy tarde se “armó de valor” el rector de la UV, Martín Aguilar, para reclamar el derecho legal y legítimo de la casa de estudios al 4% del presupuesto. De nada le valió “doblarse” ante el régimen. Y ahora, ni para la reelección le va a dar.
Al fin, se largó Cuitláhuac García.
