Es la economía vital para la sociedad

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Por Rafael Arias Hernández

Se debe apreciar y valorar la enseñanza repetida y padecida, que no se puede ignorar y minimizar la Economía, y que es reto prioritario y urgente. Inevitable insistir e insistir, que estamos obligados a entender y valorar, para superar y cambiar lo ocurrido y padecido.

Una breve descripción de la situación actual destaca hambre y pobreza, inseguridad y violencia, injusticia y desigualdad que padecen, generación tras generación, millones y millones de seres humanos.

Este es, en términos generales, el contexto que define y caracteriza, a los temas centrales que motivan, ocupan y preocupan a buena parte de la población. ¿Qué hacer al respecto?

Para empezar, hay que despertar y motivar, el interés individual y social, en la situación y evolución de la Economía.  Fortalecer la participación pública, en temas de reflexión y ocupación que hoy por hoy, preocupan y afectan, con problemas y conflictos que siguen vigentes y en espera de entendimiento y atención pertinentes, porque determinan presente y futuro de la población.

Para decirlo en otra forma breve, sencilla, directa y clara. En la actualidad hay que seguir enfrentando la heredada, creciente y multifacética desigualdad, a partir de la comprobación del simple hecho, del persistente incremento de pobreza, hambre, problemas de salud, inseguridad y violencia, bajo nuevas condiciones y perspectivas.

Bien se sabe que recesión con inflación causa y profundiza, innumerables limitaciones y daños; y si, a ello se agrega, tanto la inocultable y perjudicial negligencia e incapacidad gubernamental, así como la pasividad y el conformismo social, entonces, se diversifican y multiplican pérdidas y sacrificios de las mayorías.

El hecho es que estamos, ante una situación cada vez más difícil y complicada, que no se puede atender y resolver con improvisaciones, desvaríos y costosas ocurrencias. Para todos los gobiernos (municipales, estatales y federal) es vital aprender a identificar logros y avances, para consolidarlos y acrecentarlos. ¿Dónde están con hechos y acciones, y no solo declaraciones?

Es evidente, la urgente necesidad de entender y atender lo que nos afecta y condiciona, basados en el conocimiento de nuestras potencialidades y la capacidad de respuesta. Ignorancia y ocurrencia no son solución, y tampoco evasión y distracción. Imprescindible conocer condiciones, identificar oportunidades, y tomar decisiones.

Ilusos y confiados, muchos de los que usan y abusan de la representación gubernamental y política, como de la empresarial y civil; esos que hablan de lo que no saben, manejan lo que ignoran y pretenden controlar lo que desconocen, sobre todo en el terreno de la Economía.

Es más, muchos creen y sostienen la idea de que la sociedad y el ciudadano común, en general, no tienen interés en saber y participar, en lo que sucede y les afecta; ni deseo de participar para evitar y combatir lo que, desde siempre, les daña, limita y sacrifica.

Ideas y percepciones manipuladas y distorsionadas, convertidas en simples distractores para desorientar y desalentar; ideas y usuarios, que tarde o temprano se enfrentan a las múltiples formas de inconformidad, que pueden llegar hasta la resistencia y la desobediencia ciudadana y social.

El pasado se hace presente. Lo que se temía y evadía, está empezando a suceder y padecer, por encima de lo poco bueno realizado, que debe ser reconocido y apoyado.

De una y mil formas se ha alertado y señalado, que se debe prever y evitar, el colapso o la crisis devastadora de la economía, por lo mucho que ésta influye y determina la vida diaria de todos. A razones y preocupaciones, excepciones aparte, por costumbre se responde con simulaciones y distracciones, pocas veces se hace lo que se tiene que hacer, en tiempo y forma.

Lo cierto es que la realidad se impone y, en los hechos, hay que repetir e insistir, que hambre y empobrecimiento aumentan y afectan, a más y más millones de seres humanos.

Así frente a todo esto y más, sobresalen aportaciones y enseñanzas que debemos siempre considerar y tener presentes, como el inocultable e incansable esfuerzo de supervivencia de la población que no se rinde ni desiste en su esfuerzo cotidiano.

Más allá de servidores que no sirven, pero se sirven; más allá de la cara burocracia y tecnocracia, con sus soluciones que no llegan o no funcionan. Más allá de todo, destacan siempre presencia, trabajo y dedicación individual y social; así como la perseverancia personal o de grupo que caracteriza a su comunidad.

Todos los seres humanos son intención y acción, objetivo y plan, deseo y realización. De una y mil formas, a lo largo y ancho de la Historia, son ejemplo de responsabilidad y solidaridad.

Y, desde luego, este tipo de influencia nos transforma a estar abiertos y dispuestos a enseñar y aprender, a contribuir e incorporarse a nuevos esquemas de organización y movilización económica, política y social, en donde, desde siempre mujeres y hombres pueden demostrar, su intención y capacidad de hacer buen uso de la teoría y práctica de la Economía.

En fin. Sin duda, hay mucho que hacer y ofrecer, para asegurar y mejorar evolución y destino de la existencia humana.

Tiempos de demostrar capacidad y alcances, de responsabilidad y esfuerzo, para continuar y fortalecer nuestra existencia.

-Academico.IIESESUV

@RafaelAriasH

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