A pesar de que falta por terminar más de 50 por ciento del proyecto, el presidente Andrés Manuel López Obrador “inauguró” el Aeropuerto “Felipe Ángeles” con salidas a menos de diez destinos nacionales y solo uno internacional, a Caracas, Venezuela.
La ceremonia fue convertida en una verbena gracias a las decenas de acarreados que fueron llevados al recinto, incluso desde el interior de la República, por los operadores de la llamada “cuarta transformación”, que continuamente daban instrucciones a los “compañeros” por los megáfonos.
Llamó la atención la instalación de puestos de vendedores ambulantes en los pasillos de la terminal de pasajeros, que vendían desde antojitos hasta “souvenirs” con la imagen del presidente López Obrador. Lo cual está prohibido expresamente en el Reglamento de la Ley de Aeropuertos.
Lo que fue puesto en operación este día fue básicamente la terminal de pasajeros, el estacionamiento, la torre de control y la pista civil central. Faltan todavía el hotel principal, el tren suburbano y su terminal, las áreas de carga internacional y doméstica, las oficinas de las agencias aduanales y el SAT, los módulos de seguridad, los bancos y la pista norte.
A pesar de lo anterior, el presidente López Obrador aseguró que la construcción del aeropuerto es “misión cumplida”.