Circulan documentos que acreditarían que el diputado local Rafita Fararoni de la noche a la mañana se volvió potentado dueño de 37 propiedades en San Andrés Tuxtla y Acayucan. Pero el verdadero propietario sería un carón caradura al que buscan por haberse ido al agua con fraudes «con Tokio» en aquella región.
EL EMPORIO FARARONI… ¿O CAZARÍN?
Share