Remembranzas

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El bolero, patrimonio inmaterial de la humanidad

 

Por Leticia Perlasca Núñez

La historia arroja que el bolero típico cubano surgió alrededor de 1840. Se acepta que el primer bolero fue Tristezas, escrito por el cubano José Pepe Sánchez en Santiago de Cuba en el año 1883. Esa pieza dio origen formal al género con el acompañamiento musical que denominamos «clásico» de guitarras y percusión.

Hoy nos enteramos con mucho gusto, que los boleros de Cuba y México, son considerados el género de la música romántica y la poesía por excelencia y fue declarado el martes pasado, patrimonio inmaterial de la humanidad por la Unesco.

Enhorabuena por el Comité Intergubernamental de Salvaguarda del Patrimonio Cultural Inmaterial, el cual validó durante el encuentro que se celebró desde el lunes en Kasane, en el norte de Botsuana, con el objetivo de ratificar 55 elementos relacionados con las tradiciones en diferentes partes del mundo.

Y es que el bolero evolucionó de música de cantinas y peñas a música de serenatas y su temática romántica lo hizo aceptable para todas las clases sociales. La aparición de nuevas tecnologías como la radio y las grabaciones provocaron una mayor difusión de este género a nivel mundial.

Grandes artistas hicieron suyo el bolero y algunos de ellos se convirtieron en leyenda, como Beny Moré, Juan Bruno Tarraza, Bola de Nieve, Ernesto Lecuona, Gilberto Urquiza, Miguelito Valdés, Absalón Pérez, Pablo O´farril, el conjunto Casino, el trío matamoros, Acerina y su danzonera, Celio González, Celia Cruz y la sonora matancera con sus cantantes.

En México, sin duda, Agustin Lara hizo del bolero un legado, una tradición. Otros que honraron el bolero en nuestro país fueron  importantes compositores como: Alfonso Esparza Oteo (Te he de querer), Guty Cárdenas (Quisiera), Domingo Casanova (Ella) y Emilio Pacheco (Presentimiento).

Pero sin duda, la música como fenómeno universal es patrimonio de todos los pueblos del mundo.

X: PerlascaLety

FB Leticia Perlasca