El Justo de la Educación
Por Leticia Perlasca Núñez
Fue un 13 de septiembre de 1912 cuando falleció Justo Sierra Mendez, el decidido promotor de la fundación de la Universidad Nacional de México, hoy la UNAM.
Sierra quién nació en el estado de Campeche en 1848, escritor y político mexicano, uno de los forjadores del México moderno. Abogado y periodista liberal, luchó al lado de Benito Juárez.
Justo Sierra obtuvo el título de abogado en el Colegio de San Ildefonso, antecedente de la Universidad Nacional, tras lo cual se incorporó a los círculos literarios de su época, en la que se multiplicaban las tertulias.
Sus primeros ensayos se dieron a conocer hacia 1868. Sierra participó en el periódico El Renacimiento, donde publicó por entregas la novela El ángel del porvenir, pieza muy marcada por las influencias europeas de su tiempo.
Fue un destacado maestro de la Escuela Nacional Preparatoria, donde imparte la cátedra de Historia y pública la que es considerada su obra fundamental: Evolución política del pueblo mexicano (1900-1902); un libro de texto que contribuye a la formación política de varias generaciones.
Justo Sierra insistía en que el progreso educativo se daba en paralelo con el crecimiento económico, tanto para capacitar a la población en las habilidades requeridas para el progreso, como para preservar la identidad nacional de frente a la afluencia de capital y metodología extranjera. A pesar de que trató de sintetizar el amplio alcance del desarrollo humano para el lector general en su «Historia General» (1896), la mayor parte de sus volúmenes se centraron en la historia de México.
La obra más famosa de Justo Sierra es «La Evolución Política de la Nación Mexicana» (1900-1902), que pretende ser una síntesis popular. En este volumen aplicó las teorías evolutivas predominantes a la historia de México, haciendo hincapié en la importancia de la revolución liberal de mitad del siglo 19.
Siendo embajador de México en España, falleció en Madrid un 13 de septiembre.
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