MARCELO, EL IMPOSTOR

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Si algo tienen en común todos los aspirantes de Morena a la Presidencia es su incapacidad de escuchar voces distintas y de ver más allá de su ombligo. Marcelo Ebrard no es la excepción. Vino a Veracruz a hacer campaña, se apareció en ambientes controlados, rodeándose de panegiristas y porristas, con nulo respeto ni oficio político desairó a quienes desde la sociedad civil fueron invitados por su propio equipo a expresar sus puntos de vista sobre sus propuestas. ¡Ah, pero las fotos con niños y viejitos no podían faltar! No hay duda que para estar en Morena hay que ser un impostor consumado.