Quebradero

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Van por todas las canicas

 

 

Por Javier Solórzano Zinser

 

La vehemencia del Presidente en la crítica al INE y el intento sistemático de desacreditarlos son porque le resultan imprescindibles para su proyecto.

Por un lado, está el tema del ahorro, en muchos casos cercano al austericidio. La democracia nos ha salido particularmente cara, pero al tiempo es importante no olvidar las razones. El propio Presidente sabe el porqué de los altos costos con lo que se buscaba crear certidumbre y construir una serie de candados que impidieran fraudes e irregularidades, las cuales no sólo nos agobiaron, también nos metieron en terrenos antidemocráticos llevados de la mano por la trampa, la imposición y control electoral desde los aparatos de gobierno.

Los problemas no están en la organización de las elecciones ni en el conteo de votos. Están en los partidos, está en la violencia que se vive en el país, está en la presencia de la delincuencia organizada, entre otros factores.

Las elecciones nos han salido caras por la desconfianza entre nosotros y por el arrebato de diferentes fuerzas políticas que buscan ganar sin importar el cómo. El INE no es el problema, sin pasar por ello por alto la necesidad sistemática de revisarlo. Es cierto que hay elementos y razones para reducir su presupuesto, pero hacerlo tratando de desacreditarlo o para apoderarse de él nos va a echar riesgosamente atrás en la historia.

Por otro lado, está la forma en que se está llevando a cabo el proceso de selección para sustituir a cuatro consejeros. Muchas cosas no han sido claras, entre otras la importancia de detallar los exámenes. Existe un criterio fundamental para la selección de los nuevos consejeros, la independencia probada de quienes aspiran al INE y la evidencia de que no haya conflicto de intereses.

Se ha venido planteando en este sentido una falsa disyuntiva. Se ha ponderado el que los aspirantes mejor calificados están ligados a Morena por diferentes razones y circunstancias. La cuestión está en que, a pesar de ello, sin dejar de considerar capacidades, es claro que no pueden acceder al cargo debido, reiteramos, a falta de independencia y conflicto de interés. Por más preparados que estén designarlos, como ha dejado claramente establecido Maite Azuela, coloca un sesgo fundamental en la designación. Este proceso es fundamental para el futuro del INE. Hay indicios de que algunos de los elementos que componen la propuesta presidencial no serán aprobados.

La determinación del ministro Javier Laynez sobre la suspensión indefinida de la aplicación del Plan B, lo que no significa que se descarte, abre un frente más, a pesar de que es una decisión basada en la ley. Como era previsible, el Presidente mandó una airada protesta, cargada de adjetivos, en contra de la Corte.

La selección de los nuevos consejeros es un asunto de la mayor importancia. En caso de que los seleccionados sean cercanos a Morena o al Presidente, lo cual es lo mismo, podría llevar al instituto a una confrontación interna que afectaría eventualmente el desarrollo de las elecciones de 2024.

Resulta fundamental, necesario y democrático que la parte final del proceso de selección sea transparente, que se detallen los exámenes, que se conozcan los criterios y que quede claro el porqué de las determinaciones.

Algo que se debió hacer es que si había elementos para reconocer nexos de algunos aspirantes al INE, debieron haber sido informados para ya no permitir su participación en el proceso.

Lo que va siendo claro es que si se cae el Plan B una estrategia más será buscar la forma de tener el pleno control del INE. Tendrán limitantes legales, pero que van por todas las canicas no hay duda.

RESQUICIOS

 

Todas y todos generacionalmente tuvimos que ver con Chabelo. Creó una extraordinaria dinámica en la vida de niñas y niños. Quienes lo recordamos de muchos más años lo veíamos ilusionadamente en los juguetes del Tío Gamboín. Chabelo representa uno de los pasajes más genuinos de la atribulada televisión mexicana.