Remembranzas

Share

El sembrador de esperanzas

 

 

Por Leticia Perlasca Núñez

 

Partió físicamente a los 77 años, este 9 de enero el “sembrador de esperanzas”, Fray Miguel Concha Malo.

El Dr. Miguel Concha Malo realizó en las últimas cuatro décadas labores de defensa de derechos humanos como religioso dominico y fraile; como periodista, denunció de manera puntual las violaciones a los derechos humanos que cotidianamente ocurren en lo local, nacional e internacional; como académico, realizó un análisis profundo y crítico en foros y cátedras sobre la situación que guardan los derechos humanos.

Cristiano progresista, su libro La participación de los cristianos en el proceso popular de liberación en México (1968-1983) es un clásico para comprender la experiencia de las Comunidades Eclesiales de Base.

Analizó los gobiernos de facto en Nicaragua, Guatemala, Honduras, El Salvador, Chile, Uruguay y Brasil. Documentó y denunció los abusos perpetrados por los militares contra civiles. Fue profundamente influido por Roberto y Benjamín Cuéllar Martínez, principales cabezas del Socorro Jurídico Cristiano de El Salvador.

Sus artículos periodísticos semanales, primero en Unomásuno y después en La Jornada, fueron una bitácora rigurosa e informada de la causa de los derechos humanos en México. En ellos están las piezas del rompecabezas de su misión, agenda y batallas.

Entre los premios recibidos se encuentra la Medalla y el Testimonio “Roque Dalton”, concedido por el Consejo de Cooperación con la Cultura y la Ciencia en El Salvador, AC, en el 2002, y dos veces el Premio Nacional de Periodismo (2003 y 2006) del Club de Periodistas de México.

Miguel Concha también encabezó distintos consejos y asociaciones en materia de derechos humanos, entre ellos el Consejo de la Comisión Mexicana de Defensa y Promoción de los Derechos Humanos.

Fue además miembro de la Sección Mexicana de Amnistía Internacional y miembro del Consejo Ciudadano del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef).

En un discurso, dijo que su pasión por la justicia despertó durante la primera mitad de la década de los sesenta, cuando, siendo estudiante de filosofía en la Orden de Predicadores (Frailes Dominicos) descubrió el pensamiento original de Santo Tomás de Aquino sobre la propiedad privada (pues concluyó que el verdadero propietario de los bienes de la tierra es Dios). Descanse en paz.

 

@PerlascaLety