Quebradero

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México-EU, el entorno

Por Javier Solórzano Zinser

La migración, habrá que insistir, es un asunto multilateral. No lo puede resolver las políticas dictadas desde Washington o a través del voluntarismo de López Obrador.

A estas alturas el Presidente mexicano se habrá dado cuenta que no tiene sentido alentar la migración como lo planteó en campaña. La pandemia cambió los esquemas y los planes, pero de origen no se podían abrir las puertas de la migración sin antes tener un acuerdo con EU.

La belicosidad de López Obrador hacia Donald Trump se diluyó casi que de manera inmediata. Lo que parecía ser la construcción de una relación sobre bases diferentes en materia migratoria se perdió, al paso del tiempo nuestro país se convirtió en el muro que Trump no pudo acabar de construir.

El empresario-expresidente fue derrotado dejando en el terreno de los pendientes la migración. México acabó haciendo buena parte de las tareas, las cuales pareciera entraron en terrenos de negociación con Trump. Nunca quedó claro por qué razón cambió la perspectiva de la migración de López Obrador con el exmandatario, siendo que hasta un libro escribió en su contra.

La migración mexicana ha crecido de manera significativa. Se han cruzado muchas circunstancias para que crezca, la más importante es la situación económica interna del país. López Obrador presumimos lo debe saber y debe saber también que no se trata solamente de poner la migración de otros países en el centro, es evidente que los problemas nuestros en materia económica no se están resolviendo.

No se ve por dónde pueda disminuir la migración hacia EU y en particular la mexicana. Si el Presidente acabó por aceptar casi todo lo que le planteaba Trump, por las razones que se quiera, hoy está ante un escenario muy distinto para los dos países y en general en la zona.

Biden va perdiendo capacidad de maniobra, porque existe una inconformidad grande en su contra, a lo que se suma que la migración sea un tema que divide a los estadounidenses.

Por más que le sea al país indispensable el trabajo de millones de hombres y mujeres migrantes, existe un marcado racismo que ante la división política que vive el país se ha incrementado de manera palpable.

Una cosa es lo que quiera hacer Biden y otra muy distinta lo que pueda hacer, las propuestas de López Obrador pueden topar con pared, a pesar de la voluntad de los mandatarios, sobre todo en el tema de las visas y el dinero que se asegura solicitará el Presidente mexicano.

Joe Biden concibe la política y sus formas de manera muy distinta a Trump, recordémoslo por más evidente que sea. Por lo general no impone, sino que más bien plantea razones para convencer. No es un signo de debilidad, es más bien una forma de hacer política, la cual debe tener en consideración el Presidente mexicano, lo cual nos da la impresión que no ha sido tomada en cuenta.

Las diferencias son parte de la relación. No puede ser de otra manera cuando se viven realidades distintas y cuando los presidentes son en algunos campos tan diferentes. Es paradójico, pero podría ser que López Obrador tuviera más coincidencias con Trump que con Biden.

El encuentro de hoy es de gran importancia por el momento que están pasando los dos países, porque además se suma un conflicto internacional de primera importancia para EU ante el cual le podrían pedir definiciones a nuestro país. La geopolítica va a cambiar, con razón el presidente de Rusia dijo que el dominio de un solo país va a dejar de tener vigencia.

Es probable que en el mediano plazo las potencias sean zonas del mundo más que países. Canadá, EU y México forman uno de los mercados más poderosos y podrían estar llamados también a convertirse en una potencia de futuro.

Debe ser un encuentro de resultados, no sirven ni las fotos y menos las relaciones públicas.

RESQUICIOS

Cada vez aparecen nuevas evidencias que van colocando al presidente del PRI como impresentable. Sin embargo, torpezas, errores y algo más podrían victimizar a quien quieren empujar al vacío.