Por Ruby Soriano
Ayotzinapa y la desaparición de los 43 estudiantes es ya un pasaje vergonzoso en la historia de los gobiernos y la política de estado en México.
La develación hecha por los investigadores del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) donde se da a conocer el video en el que se aprecian vehículos de la Marina moviendo lo que parecen ser pesadas bolsas, revivió el tema de la desaparición de los jóvenes normalistas, cuyo caso desde hace 8 años avanza gracias a la intervención de especialistas independientes y no de parte del lado gubernamental.
El video presentado por el GIEI coloca al ex Presidente Enrique Peña y a algunos de sus ex funcionarios como Vidal Francisco Soberón Sanz, ex Secretario de la Marina, Salvador Cienfuegos, ex Secretario de la Defensa Nacional y Jesús Murillo Karam ex Procurador, frente a la exigencia pública de solicitarles de manera oficial de parte del actual Gobierno de México, rindan una declaración sobre toda esa información que se mantiene archivada y sigue fluyendo a cuentagotas gracias a la insistencia de los expertos internacionales quienes de manera paulatina han ido armando un gran rompecabezas, donde la llamada “verdad histórica” desde hace mucho fue derrumbada.
La presunta participación de las fuerzas militares y de la marina en el sometimiento de los estudiantes es cada vez más corroborable cuando empiezan a surgir pruebas de lo que habría sido el escenario de una gran masacre.
Si bien el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador ha usado la bandera del caso Ayotzinapa para enarbolar justicia y evidenciar los excesos que el estado cometió en sexenios pasados, es una realidad que muchos de los personajes antes citados hoy gozan de una impunidad y blindaje plagado de mucha simulación.
El ex secretario de la Defensa Nacional, Salvador Cienfuegos sigue formando parte de la élite militar a pesar de todos los señalamientos que en México y Estados Unidos lo citan como un personaje oscuro quien habría gestado actos de complicidad y blindaje para organizaciones del crimen organizado en México.
Del Presidente Enrique Peña qué decir. Su exilio pactado con el actual López-obradorismo nos da idea de las negociaciones hechas a inicios del sexenio para facilitar el arribo de un gobierno izquierdista en México.
Ayotzinapa no sólo refleja la brutalidad en la muerte y cada vez más probable ejecución de jóvenes que movían un ala radical de protesta que incomodaba en un territorio caliente desde donde se negociaban los cargamentos de trasiego de droga a diferentes zonas del país.
El entonces Estado liderado por un gobierno priista y en Iguala con un gobierno perredista coludido con delincuentes, hoy nos entrega la estampa de los excesos inconfesables que se pudieron haber cometido para el resguardo de los negocios y pactos entre gobiernos y narcotráfico.
El actual Gobierno de México hoy día, es uno de los más acérrimos protectores de las fuerzas armadas, otorgando así impunidad y protección a muchos personajes que tiene muy bien resguardada la otra verdad histórica de lo que realmente ocurrió con los 43 jóvenes de la Normal de Ayotzinapa.
@rubysoriano @alquimiapoder
