México asume Presidencia del Consejo de Seguridad en la ONU con agenda en corrupción y control de armas

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México asumió este lunes la presidencia mensual del Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) con tres prioridades: combate a la corrupción, tráfico de armas y labor preventiva para la paz y seguridad internacionales.

El primer gran evento tendrá lugar el próximo 9 de noviembre, en el que México buscará generar un debate sobre la corrupción, desigualdad, exclusión y los conflictos armados y que será encabezado por el presidente Andrés Manuel López Obrador, quien viajará a Nueva York para ello.

Se analizarán «las causas que subyacen en la seguridad internacional», como la «corrupción, la exclusión y la desigualdad», dijo en conferencia de prensa el representante de México ante la ONU, Juan Ramón de la Fuente, para quien este tema es de «especial importancia para su país».

El presidente mexicano, muy poco proclive a viajar al extranjero -este es el segundo viaje en casi tres años de mandato- permanecerá menos de 24 horas en Nueva York, donde se reunirá con el secretario general de la ONU, Antonio Guterres.

Por su parte, el secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, presidirá el 22 de noviembre otro debate sobre «el impacto del desvío de armas para la paz y la inseguridad», asimismo, una «gran prioridad» para la política exterior de México, dijo de la Fuente.

Durante su presidencia, México también promoverá otro debate para reforzar «los vínculos de los órganos principales de la organización con el Consejo de Seguridad para alcanzar «mejor coordinación y mayor eficacia en la prevención de los conflictos».

Migraciones, el acceso a la ayuda humanitaria en crisis como las de Siria, Libia, Birmania, Afganistán, Sudán, Yemen, Etiopía, Somalia, centrarán también la agenda del principal brazo ejecutor de la paz y la seguridad en el mundo del sistema de Naciones Unidas.

Para México, la ayuda humanitaria, que ha adquirido una «dimensión sin precedentes» supone un «reto político, económico y operativo», afirmó el diplomático.

La promoción de la diplomacia «preventiva», poner a las personas en el centro de la acción, la protección de civiles son otros de sus objetivos, durante esta presidencia que hará especial hincapié en el tráfico ilícito de armas «muy vinculado a los problemas transfronterizos» y que afectan a la «paz y seguridad internacionales».

Para México, este asunto del tráfico de armas, especialmente pequeñas y ligeras, tiene que abordarse de manera global teniendo en cuenta el origen, el tránsito y el destino y no de «forma parcializada».

México, dijo el diplomático, quiere que su presidencia sea «abierta, transparente, imparcial, flexible y efectiva».

af/gm