El regreso, difícil y esperanzador
Por Javier Solórzano Zinser
Estas semanas se han dicho muchas cosas sobre el necesario regreso a clases presenciales, las cuales no necesariamente han abonado en el proceso de discernir buscando elementos para tomar la mejor decisión.
Las contradicciones son entendibles, lo que ha hecho las cosas más complicadas son las formas en que se han expresado las ideas sobre el regreso, empezando por “llueve, truene o relampaguee”.
Existe una alta dosis de incertidumbre de lo que hoy pudiera pasar estas semanas. El regreso presencial se tenía que realizar tarde que temprano, la cuestión está en sumar elementos que permitan decidir y que ayuden a la comunidad escolar a tomar la mejor decisión.
Forzar las cosas puede ser grave y sin duda de riesgos de toda índole. La SEP se la ha pasado entre contradicciones a tal grado que el mismo Presidente no compartió una carta, la cual sigue siendo un verdadero misterio de dónde salió.
La decisión no se puede tomar en términos nacionales. Partamos de un hecho obvio, pero importante a considerar: somos muchos países en un solo país. Cada estado tiene su dinámica y cada estado está viviendo a su manera la pandemia.
Esta situación ha llevado a que cada entidad enfrente a su manera la pandemia. El confuso semáforo es evidencia de cómo se ha vivido la pandemia en el país, algunas ciudades han estado materialmente ahorcadas por el Covid lo que ha impedido el regreso en áreas comerciales y laborales, en tanto que otras han logrado “sobrellevar” la pandemia.
Esto mismo se manifestará el día de hoy. No puede darse una coincidencia nacional cuando la pandemia le ha pegado más fuerte a unos estados que a otros. Se han conjuntado diversas variables que pasan por el relajamiento ciudadano, la densidad de población y por la desigual estrategia oficial.
Sumemos que el huracán Grace ha golpeado severamente al sur del país, en particular a Veracruz, en donde el gobernador y militante lopezobradorista ha tomado la decisión, seguramente contra su voluntad, de posponer el inicio de clases presenciales.
En días anteriores, se presentaron contradicciones y confusiones que esperemos no vayan a generar problemas que se pudieron haber evitado en las escuelas y entre los padres de familia y los estudiantes. Las experiencias de estos primeros días van a ser fundamentales y junto con la experiencia ciudadana que se ha venido desarrollando se presume que la comunidad escolar aprenda rápido y que la SEP esté menos confusa de lo que ha estado hasta ahora.
Hay evidencias de que las condiciones materiales en muchas escuelas no son favorables para el desarrollo escolar. Requieren de una detallada revisión que si bien en algunos casos se ha venido haciendo, partamos de que en otros casos se necesitará de tiempo para ponerlas a punto, el mantenimiento va a ser fundamental en la cotidianidad escolar.
Algunas escuelas, como se ha documentado, fueron lamentablemente vandalizadas tema que no puede pasar por alto porque refleja actitudes sociales y comportamientos de quienes hayan sido y que merecen ser atendidos; estamos hablando de centros de enseñanza básica.
Una tarea igual de importante será la de tener el mejor diagnóstico posible respecto al nivel escolar de los estudiantes.
Han sido muchas las variables que han intervenido en el proceso académico en tiempos de pandemia, lo cual se va a manifestar con procesos de formación desigual.
A estos factores hay que sumar las largas conversaciones que tendrán que desarrollarse en cada salón de clase para escuchar e intercambiar opiniones respecto a lo que cada estudiante y maestro han vivido durante la pandemia, va a ser además de necesario sin duda alguna constructivo y hasta catártico.
Es un muy complejo regreso a clases, pero es también esperanzador y muy alentador.
RESQUICIOS
Se preveía una gira complicada por Chiapas para el Presidente. La CNTE y los migrantes se le aparecieron por doquier, fue una gira con tintes de una cucharada de su propio chocolate.