El Regreso

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Aquí estamos de vuelta. La primera vez que publiqué esta columna fue hace 17 años, la última hace 4 y pensé que iba a ser la última.

Agradezco mucho a Mónica y a Aurelio por darme la oportunidad de colaborar con «La Clave», que resulta que está lleno de personas importantes y de grandes personajes y no porque yo no sea lo uno u lo otro; no crean que me volví modesta con el tiempo, ¡claro que no!, es solo que hay que reconocer que sí hay algunos más famosillos y conocidillos que yo, asunto que me hace muy feliz. Gracias a todos por compartir conmigo este espacio en la gigantesca e infinita majestad conocida como, «la red».

Hoy mientras pensaba en el tema de la columna, me di cuenta de las similitudes que hay entre la primera vez que redacté (escribe García Márquez y si el papel aguanta todo, imagínense «la red»), la primera «Ni de Aquí, Ni de Allá» y ésta que van a leer.

Llegué a vivir a Xalapa hace 19 años, «el guapetón» me invitó a trabajar con él. El mismo año que llegué conocí a quién un par de años después me dio la oportunidad de publicar la primera columna, ese año también conocí a Mónica y a muchos de los que hoy forman parte de «mi familia xalapeña».

En aquellos años, ¿adivinen quién era el regente del D.F? ¡clarooo!, nada más y nada menos que el tal señor López, mejor conocido como el «Peje» y su servilleta que entre otras cosas, buscaba huir de él como quien huye de la sarna.

Yo creo, es más, estoy segura de que mi problema con «lópez» viene de otra vida. Recuerdo que me cae gordisimísimo desde que era chiquita y mi mamá y mi papá hablaban de él cuando Echeverría era presidente; en aquél entonces, mi papá trabajaba en el jurídico de Teléfonos de México hasta las seis de la tarde y de seis a diez (ya saben las ventajas del don de la ubicuidad), en la SHCP con el Oficial Mayor, que de pasadita era su BFF (súperamigui) lo que sí eran súper priyistas y «lópez» ya desde entonces la estaba «obrando»…

Total, les juro que así como les dije a mis paisanos hace 20 años, -no voten por “lópez”-, igual se los dije hace dos; la bronca es que no sé qué le pasó a los mexicanos en ese tiempo que hubo 30M que sí le creyeron y yo caí desmayada como «Condorito», ¿se acuerdan de él?, así, con todas las patrullas para arriba.

Y así igual que hace 17 años tendremos además de coincidencias, muchas cosas de las que hablar, que conste que no serán sobre política, esta columna es a-política y pretende que todos ustedes comenten y opinen y si me encargo del que no trabaja en el ayuntamiento, o del gober, no es por política, es porque soy una ciudadana cualquiera, (que no es lo mismo que al revés, aquí el orden de los factores sí altera el producto), es porque me revienta caminar por una calle llena de hoyos,¿ok?

En fin, pensando en las similitudes estamos aquí y tengo que reconocer que hay cosas que han cambiado; por ejemplo, el servicio del Asadero Cien, era malísimo y hoy, tengo que reconocer que es bastante bueno, digo, solo por mencionarlo, porque se me antojaron los tacos, porque el anuncio es gratis y con esta pandemia extraño hasta la panadería de a la vuelta.

Ya les seguiré contando de mi vida, de la vida, de Xalapa de sus alrededores, del infinito y de esta columna que hace 17 años, no es «Ni de Aquí, ni de Allá».

Nos leemos la próxima semana, mientras tanto, escriban: y cuídense que el virus sí da. ¡He dicho!