La calificadora internacional Moody’s redujo la nota crediticia de Petróleos Mexicanos (Pemex) a A3.mx/Ba3 en escala nacional y global desde A2.mx/Ba2, razón por la cual, mantiene la perspectiva negativa debido al elevado riesgo de liquidez y de negocio de la petrolera, ya que enfrenta altos niveles de vencimientos de deuda. O dicho en términos más coloquiales, la colocó en grado de inversión “basura”.
La decisión de la calificadora fue desacreditada por el director de Pemex, el agrónomo Octavio Romero, quien acusó a Moody’s de haber realizado un “juicio sumario” contra la empresa productiva del Estado mexicano.
El funcionario aseguró que se trató de una acción “sin profesionalismo ni ética” y que los argumentos de la agencia para reducir la calificación se centraron en la reciente compra de la refinería de de Deer Park, la construcción dela refinería de Dos Bocas y el pago de deuda de la empresa del Estado.
“Aun cuando les solicitamos que tenía que darse una revisión a los elementos y que cambiaran su criterio, se negaron. Convertidos en un ‘supremo tribunal’ decidieron que iban a bajar la calificación a Petróleos Mexicanos”, se quejó Romero.
Sin embargo, la vicepresidenta de Moody’s, Nymia Almeida, respondió a las descalificaciones de Octavio Romero señalando que ni Deer Park ni Dos Bocas fueron los factores determinantes para bajar la calificación, sino el análisis de liquidez y los riesgos crecientes en un negocio como el de la refinación, que registra pérdidas que se mantendrán en los próximo años, lo cual a su vez provocará la necesidad de efectivo creciente.
“En pocas palabras, la decisión de ayer tiene que ver con que el riesgo de liquidez, y también de los próximos tres años, a una dependencia creciente de recursos externos, relacionados no solo con la expansión de negocio de refinación, también con los vencimientos crecientes de deuda por pagar, principalmente en los años de 2023 y 2024, cuando los vencimientos aún son mayores”, dijo Nymia Almeida.