La gobernadora de Veracruz, Rocío Nahle García, aseguró que durante el primer año de su administración se logró una reducción significativa de la deuda pública estatal, al pasar de 119 mil millones de pesos a 62 mil millones, lo que representa una disminución del 42 por ciento. Pero omitió señalar a quienes la incrementaron, incluido su antecesor Cuitláhuac García.
Según sus declaraciones, lo anterior se alcanzó sin frenar la inversión en obra pública, seguridad, salud y programas sociales, y con el cumplimiento de obligaciones históricas como el pago de adeudos con el SAT.
En una entrevista radiofónica, Nahle subrayó que, contrario a las críticas, ella no es una persona soberbia. “Cuando uno está expuesto como servidor público, está uno expuesto a todo. ‘es que Rocío Nahle, qué bárbara, es una soberbia, es…’. No. Soy firme, soy firme porque tengo que serlo. Gobernar no es un lugar para blandengues, no es un lugar para timoratos”.
“Ser gobernante requiere carácter, requiere firmeza y también requiere la otra mano, la empatía, la sensibilidad y yo provengo de un movimiento con una sensibilidad muy alta, así me muevo”, aseguró.
La mandataria insistió en que su gobierno ha actuado con responsabilidad, enfrentando compromisos financieros heredados y aplicando medidas de austeridad y eficiencia administrativa.