A menos de dos años de su inauguración, el puente de Las Trancas en Xalapa, conocido popularmente como “La Joroba”, enfrenta reparaciones que han paralizado la capital veracruzana.
El cierre de carriles provocó un colapso vehicular desde este jueves que extendió filas de automóviles por horas, afectando comercios y la vida cotidiana de miles de ciudadanos. Miles de automovilistas quedaron atrapados en filas que se extendieron desde Araucarias hasta la avenida Lázaro Cárdenas y fraccionamientos cercanos.
Trayectos que normalmente toman 30 a 45 minutos se prolongaron hasta dos o tres horas, paralizando la movilidad de la ciudad.
Comerciantes y empresarios denunciaron que la decisión de intervenir el puente justo en pleno Buen Fin es inoportuna y desatinada, pues afecta la afluencia a zonas comerciales.
La obra, realizada por el gobierno de Cuitláhuac García, exhibe deficiencias que apuntan a corrupción y simulación en su construcción, como fallas estructurales prematuras y sospechas sobre la calidad de los materiales y la supervisión de la obra.
La indignación ciudadana crece ante una infraestructura que, en lugar de resolver problemas de movilidad, se ha convertido en símbolo de opacidad y mala planeación.
El hecho de que una infraestructura tan reciente ya requiera reparaciones abre un debate sobre corrupción en la asignación de contratos y simulación en la supervisión técnica.
Ciudadanos y medios locales señalan que la obra fue entregada con deficiencias y que la rapidez con la que se deterioró refleja complicidad entre autoridades y constructoras.
La falta de transparencia sobre los costos de reparación y la ausencia de información oficial sobre el tiempo que durarán los trabajos refuerzan la percepción de opacidad gubernamental.
