Entre delincuentes te veas

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Por Jaime Fisher

Como es costumbre y mala usanza de los de su ralea, el delincuente que usurpa desde este lunes primero de septiembre la rectoría de la Universidad Veracruzana huyó de la manifestación estudiantil que lo repudia. Se fue, a salto de mata, escapando del justo reclamo de esos estudiantes, quienes han sido y son los más afectados por su ineptitud, misma que pretende continuar eructando más allá de lo que La Ley -esa que sí es LA Ley- le permitió regurgitar ya durante largos 4 años de oscuridad y tinieblas.

Se ha argumentado ad nauseam la ilegalidad, la ilegitimidad, la inmoralidad y la carencia de escrúpulos del forajido y sus secuaces. Ya nada más habría que decir al respecto, a no ser porque -simultáneamente a la manifestación en su contra- se supo (o por lo menos yo me enteré en ese momento) de un acta de la junta de gobierno, en donde se asienta el veredicto de dos abogados -ambos asesores en ese “cuerpo colegiado”- que desestimaron la procedencia legal de la “prórroga” otorgada al bandolero. El documento al que me refiero puede consultarse (por lo menos hasta el momento de redactar este escrito) en https://www.uv.mx/juntagob/files/2025/07/Acta-Num-218.pdf

La improcedencia jurídica de la “prórroga” otorgada al salteador de rectoría se documentó ante sus secuaces de la junta de gobierno por lo menos desde las 2:08 P. M. del 16 de mayo del 2025, en la Sala de Usos Múltiples de la USBI región Veracruz-Boca del Río, donde llevaron a cabo el conciliábulo y perpetraron su fechoría. Quiero decir que los lacayos del bandido -y del conocido titiritero senador Manuel Huerta Ladrón de Guevara- sabían que estaban violando La Ley con suficiente antelación a la ejecución del crimen. Hubo, pues, alevosía, ventaja y mala fe. Los jueces del caso ¿sabrán qué hacer al respecto?

Haciendo caso omiso a los argumentos del Lic. Oscar Ocampo Acosta y de la maestra Nájera Cabal -asesores jurídicos de la propia junta de gobierno-, en torno a la aberración legal que estaban por cometer, los compinches del exrector (y del titiritero senador señalado supra), firmaron un acta cuyo contenido y acuerdos terminarían por incumplir.  Cito un punto del acta que el lector puede consultar completa donde dije endenantes:

“Octavo. – Se vota por unanimidad que la Junta de Gobierno, en el marco de sus atribuciones realice las acciones tendientes a atender la próxima conclusión del periodo actual de Rector de la Universidad Veracruzana para que, en su caso, se realicen los mecanismos necesarios para la designación de la titularidad de quien ocupará el periodo rectoral septiembre 2025 – agosto 2029 en los términos previstos por la Ley de Autonomía, la Ley Orgánica, el Estatuto General y demás normatividad aplicable; y, para el caso de presentarse situaciones extraordinarias previas, durante o posteriores a dicho procedimiento, se resuelvan con base en criterios fundados y motivados que se establezcan por la mayoría de los miembros que integran la junta de Gobierno.”

Los cómplices del senador y de su exrector títere tienen la cualidad de no cumplir siquiera sus propios acuerdos. Hace algún tiempo incluso entre delincuentes había un código de honor, pero estos bandidos hasta eso han perdido. Todo está en manos de los jueces. Al menos por el momento; pues esto no se acaba hasta que se acaba.