Este martes el gobierno de Veracruz respondió con fuerza desproporcionada a una protesta pacífica en el centro de Xalapa, donde Gabriel Romero Reyes, ciudadano que exige justicia por el despojo de una vivienda ocurrido hace más de cuatro décadas, fue desalojado por elementos antimotines de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP).
Romero Reyes, quien desde hace meses mantiene una carpa de protesta en la plaza Sebastián Lerdo de Tejada, decidió trasladarla a la calle Juan de la Luz Enríquez, frente al Palacio de Gobierno, acompañado por un grupo de ciudadanos. Su exigencia: la restitución de una propiedad que, según afirma, fue arrebatada a su familia en 1984 en el barrio del Dique.
La protesta generó caos vial en arterias clave del centro de la ciudad. En respuesta, el gobierno estatal envió un grupo de unos 50 antimotines para liberar la vía. La presencia de los cuerpos de seguridad provocó que Romero Reyes se retirara, no sin antes denunciar la intimidación sufrida.
Diversas voces ciudadanas cuestionaron el uso de fuerzas antimotines contra un manifestante que no representaba una amenaza física ni armada, mientras de norte a sur de Veracruz la violencia les cuesta la vida a ciudadanos sin una respuesta efectiva de las autoridades estatales.