Quebradero

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El de La Barredora

 

Por Javier Solórzano Zinser

 

Se va perfilando que, en el caso de Hernán Bermúdez Requena, todo termine por concentrarse en el fugado, desde febrero, del exsecretario de seguridad tabasqueña.

La Presidenta ya mandó la señal, Adán Augusto López no tiene “responsabilidad ejecutiva” en todas las barbaridades que Bermúdez Requena cometió al amparo del poder y que dio origen a la organización conocida como La Barredora.

Tabasco era una de las entidades que tenía los mayores niveles de seguridad. A esto se suma, que es la entidad del expresidente López Obrador y que, a lo largo de su sexenio, se la pasó invirtiendo y protegiendo.

Algunos de los colegas del senador han salido en su defensa bajo una premisa que se aplicó en el pasado en el caso García Luna. Justifican que como nunca se mandó llamar a Felipe Calderón, no tendría por qué llamarse al exgobernador para que diera cuentas del desatado exsecretario de Seguridad.

Digamos que estamos otra vez ante aquello, en lo cual insisten, que no son como los de antes, pero al final terminan por hacer lo mismo que los de antes para resolver problemas que ameritarían otra forma de abordarlos si es que, efectivamente, quieren mostrar procesos de cambio profundo, y más en asuntos en que de por medio están personajes de primer nivel.

Se les llena la boca cuando dicen que no van a proteger a nadie, pero en el fondo, lo que hacen es minimizar las cosas y lanzar una narrativa para que los personajes señalados vayan siendo, paulatinamente, exonerados.

Da la impresión de que a Hernán Bermúdez lo dejaron ir, pero ante tantas presiones no les quedó de otra que intensificar la búsqueda, se asegura que el personaje pasó por Panamá, España y que ahora podría estar en Brasil.

Por lo pronto, se va perfilando una vez más un capítulo de cómo desde el poder, desde Morena, se protege a quienes están en problemas, sin importar en qué tesitura se encuentren. El caso de Cuauhtémoc Blanco es significativo, porque además de evidencias en su contra, entre las que se incluye su gestión de gobierno, dejaron pasar algo que el Gobierno ha enarbolado como asunto de primera importancia: la violencia en contra de las mujeres. No se atrevieron ni a entrevistar a la demandante, ni siquiera para conocer su versión. Las legisladoras de Morena, en su mayoría, cambiaron su parecer, y se subieron a la tribuna “solidariamente” para acompañar al señalado personaje.

¿Qué tanto puede estar un gobernador ajeno de todo lo que pasa en su entorno en materia de seguridad? Es una pregunta que, ciertamente, también pasa por el caso de la dupla Calderón-García Luna.

Si recordamos a López Obrador, todo indica que no hay manera de que, desde el Ejecutivo, ya sea estatal o federal, no se conozca todo lo que pasa en el entorno inmediato de las y los mandatarios. Es difícil que Adán Augusto López estuviera del todo ajeno a un personaje que le dio un giro brutal a la vida cotidiana tabasqueña y, en particular, a Villahermosa y al cual conocía de tiempo atrás.

Más allá de que el senador haya optado estos días por el silencio, ayer se informaba que participaría en una reunión de Morena el fin de semana, lo cual no garantiza que vaya a hablar del tema, es claro que tendrá que dar una explicación, él fue quien designó, originalmente, a Hernán Bermúdez.

No vemos que las cosas vayan a cambiar. A este Gobierno y al anterior le da por minimizar todos los asuntos que pudieran serle desfavorables, el caso del senador ya apunta por esta vía.

En pocos años, Tabasco se transformó negativamente. Al fugado personaje ayer lo dieron de baja en Morena, como si apenas se estén dando cuenta de sus responsabilidades; al final todo va a empezar y terminar en él, en medio de la broncota que se traen a Adán Augusto y Javier May.

RESQUICIOS.

La CNTE vino a despedirse, antes de irse de vacaciones, con una importante manifestación. Ya veremos qué termina por pasar antes de que inicie el ciclo escolar, pero, por lo pronto, las vacaciones son las vacaciones.