Por Sandra Luz Tello Velázquez
Nikki Giovanni, se transformó en el grito literario de las luchas, las esperanzas y las frustraciones de una generación marcada por la segregación y la discriminación racial. La escritora, académica y activista norteamericana fallecida el pasado 9 de diciembre cimbró con una voz poderosa y directa a Estados Unidos y al resto del mundo. Se transformó en la portavoz de una comunidad, pues a través de la estética y la retórica habló de aquello que se había mantenido en silencio durante siglos.
Giovanni era contradicción y conflicto, ganadora de múltiples reconocimientos y empleadora de medios masivos, contó su historia, representó su infancia en Tennessee, fue defensora del movimiento Black Power y de las pasiones personales. Escritora mundana que hablaba de romance, de familia o de comida, siempre retomaba su batalla para hacer visibles a las mujeres negras sobrevivientes a toda segregación.
Su obra ha sido un hito en la literatura estadounidense, especialmente para las letras afroamericanas. Nikki Giovanni se convirtió en un manifiesto generacional, pues ha capturado la esencia de la experiencia de la raza negra en los años sesenta. Black Feeling, Black Talk, es más que una simple colección de poemas, es un documento histórico que recrea las luchas, la esperanza y las frustraciones de una generación marcada por la discriminación, dicha antología fue publicada en el tiempo de la efervescencia del Movimiento por los Derechos Civiles en los Estados Unidos de Norteamérica.
Los versos de la poeta son armoniosos y combativos, celebran la belleza y la fuerza de la identidad negra, al tiempo que denuncian la injusticia y la opresión. Giovanni utiliza un lenguaje sencillo y directo, cargado de emotividad, para conectar con los lectores y transmitirles su mensaje con urgencia.
Su obra en verso libre y en prosa es un canto a la identidad negra, al amor, a la lucha por la justicia social y a la belleza de la vida cotidiana, simplemente son piezas poderosas que reflejan su compromiso, una visión del mundo equitativa y su pasión por la vida. Y ahora que ha partido solo queda recordar algunos de sus versos:
Si lloras por mí
y has luchado por la justicia,
entonces gracias,
porque has hecho que mi muerte sea una victoria.
