Hasta parecen de Morena: dirigencia nacional y estatales del PAN culpan al pasado de la debacle del partido; “no nos vamos a dividir ni por presiones de afuera ni de adentro”, dicen

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Con un discurso que bien podría haber salido de Morena, las dirigencias nacional y estatales del PAN le echaron la culpa al pasado de la debacle panista.

En un comunicado difundido este domingo, los dirigentes de los comités directivos estatales y del Comité Ejecutivo Nacional de Acción Nacional señalaron que quedó “claro” que la reducción de votos del PAN “comenzó a partir del 2003 y que la mayor pérdida de votos que ha tenido nuestro partido fue del 2006 al 2012 cuando perdimos la Presidencia de la República”.

Según los dirigentes, “por supuesto que reconocemos que en el 2024 no obtuvimos los resultados por los que trabajamos los panistas”, justificándose con que “finalmente logramos resistir a la peor regresión autoritaria y populista de nuestro país, alcanzando una votación muy parecida a la obtenida en el 2018”.

Los resultados de este proceso electoral –arguyeron- se debieron “principalmente porque fue una elección de Estado, una elección absolutamente inequitativa con la permanente intervención del gobierno y en algunas regiones, del crimen organizado”.

El comunicado subrayó que “las y los dirigentes estatales estamos y seguiremos unidos a nuestra dirigencia nacional, para enfrentar de la mejor forma posible la difícil realidad de nuestro país, asumiendo el compromiso de corregir todo aquello que debamos de corregir, para poder presentarnos hacia adelante más competitivos, empáticos y atractivos para la sociedad”.

“En nuestro Consejo Nacional quedó claro que no nos vamos a dividir ni por presiones de afuera ni de adentro del partido, teniendo claro que esta no es lucha de un día, sino brega de eternidad. Que seguiremos trabajando por el bien del PAN y de México, porque hoy más que nunca el país llama a la unidad del principal partido de oposición, que es Acción Nacional”, añadieron.

Asimismo, el Consejo Nacional panista aprobó la creación de dos comisiones: “una que tendrá por objeto analizar con mayor profundidad y de manera completamente objetiva los resultados de esta y de las últimas elecciones, para hacer propuestas concretas de mejora para nuestra institución política, que reorienten las acciones, esfuerzos y recursos en la vida interna del partido y sobre la conducción de nuestros gobiernos y grupos parlamentarios; así como la comisión responsable de convocar al proceso de renovación de nuestra dirigencia nacional”.