Durante la reunión sostenida la mañana de este martes en la Oficina Oval de la Casa Blanca, el presidente de México Andrés Manuel López Obrador urgió a su homólogo estadounidense, Joe Biden, un programa agresivo para resolver los problemas migratorios, a lo que el norteamericano respondió que «hay que tener paciencia».
«Ordenar el flujo migratorio y permitir la llegada a Estados Unidos de obreros, técnicos y profesionales de las distintas disciplinas, mexicanos y centroamericanos, con visas temporales de trabajo para que no se paralice la economía por falta de fuerza de trabajo. El propósito es contar con la fuerza de trabajo que demandará el plan propuesto por usted de destinar más de un millón de dólares para la construcción de obras de infraestructura», dijo López Obrador a Biden.
«Sé que sus adversarios, los conservadores, van a pegar el grito en el cielo (ríe Biden), pero sin un programa agresivo no será posible resolver los problemas ni conseguir el apoyo del pueblo. Frente a la crisis, la salida no está en el conservadurismo, sino en la transformación, actuar con arrojo, transformar, no mantener el statu quo», señaló López Obrador.
El mandatario mexicano planteó al estadounidense cinco puntos para abordar en la relación, de los cuales el quinto fue el tema migratorio.
En su oportunidad, Biden dijo que podrán superar los desafíos trabajando juntos y pidió paciencia a López Obrador. «Yo creo que trabajando con usted vamos a poder superar los desafíos de ambos gobiernos. No quiero sugerir que no hay problemas, porque sí los hay, lo que hay que tener es paciencia. En realidad estoy muy ansioso de ver cómo podemos abordar esos cinco puntos», afirmó Biden.
«Espero que mis acciones durante toda mi carrera hayan demostrado el respeto que le tengo a México. Tenemos liberales, conservadoras y extremadamente conservadores», subrayó el mandatario de Estados Unidos.
Como parte del programa, los presidentes fueron acompañados por sus esposas, Beatriz Gutiérrez Müller y Jill Biden. Previamente, el tabasqueño se reunió con Kamala Harris en la residencia de la vicepresidenta estadounidense.
Los cinco puntos
Entre las propuestas, López Obrador pidió a Biden revivir el Programa Bracero que aplicaron Estados Unidos y México entre 1942 y 1964 para regularizar la migración hacia Estados Unidos.
Planteó como segundo punto duplicar la producción de gasolina en la frontera con Estados Unidos para que los estadounidenses puedan cargar gasolina a menor precio.
El tercer punto es poner a disposición del gobierno de Estados Unidos más de mil kilómetros de gasoductos a lo largo de la frontera sur con México para transportar gas de Texas a Nuevo México, Arizona y California, capaz de generar hasta 750 megawatts de energía eléctrica y abastecer a tres millones de personas.
En cuanto al T-MEC, el mandatario mexicano planteó eliminar aranceles, medidas reglamentarias y trámites en comercio de alimentos y otros bienes que aminoren los precios a los consumidores de otros países, cuidando la salud y el medio ambiente.
Finalmente, López Obrador propuso iniciar un plan de inversión privada y pública entre los dos países para producir bienes que fortalezcan ambos mercados y se eviten importaciones de otras regiones o continentes.