Por Ruby Soriano
En la Comunicación Política las campañas negras de contraste son el recurso más burdo que se articula ante la incompetencia de una vocería a la que se le acaban los argumentos para encarar los resultados de sus propios errores.
La campaña digital que hace una semana se articuló en mi contra, resultó tan burda e inverosímil que olvidó ocultar el sello «de la casa».
No sólo fue una campaña para intentar amordazar mi libertad de opinión, también se ejerció violencia de género emanada de un área que se ha convertido en la burda caricatura de los tiempos morenovallistas. Tiempos donde la hoy represora, salía llorando a denunciar hostigamientos.
Es grave que se utilice la imagen de un gobierno estatal, para ocultar la incompetencia de sus empleados.
Me pregunto si la Universidad Anáhuac de Puebla, incluye en sus maestrías un módulo que instruya el ataque y la represión periodística.
Toda guerra de lodo termina por ensuciarle las manos a quien la articula, pues es uno de los recursos más baratos y mediocres cuando se quiere amedrentar o imponer una inverosímil versión a partir de bots y haters.
La pregunta es ¿cuánto dinero público usa un gobierno estatal para articular desde su vocería campañas de violencia y acoso en contra de la libertad de opinión?
Ser vocero o vocera está muy lejos de ser una burócrata de boletín y maletín.
Aunque se entiende cuando esa formación proviene de un periodismo oficial, rasero, alineado, donde nunca se opinó, sólo se avaló y también se cobró.
Que nos digan ¿cuándo hicieron una investigación periodística que cambiara alguna realidad en Puebla? ¿Cuándo denunciaron la corrupción de algún gobierno? Nunca.
Estaban en las giras de gobiernos, en las comidas donde se repartían sobres amarillos, en el aplauso mediocre a políticos en turno.
Es el duro reflejo de los voceros y voceras cuyo estigma es ser cola de ratón y nunca cabeza de león.
A ustedes señoras y señores represores les digo que ninguna campaña de contraste amordaza o apaga una opinión. Por el contrario, la aviva para seguir exhibiendo su incompetencia.
El tema es sencillo y a la vez letal para sus mediocres formas de contener la crítica: «Miren sus acciones y entenderán sus resultados».
En un año y meses, ustedes se irán, tal vez a intentar hacer el periodismo cooptado que siempre responderá a los intereses de alguien. En tanto, yo me mantendré escribiendo con la libertad que me dan mis letras.
La diferencia entre la calumnia y la dignidad son los hechos. Pues hay quienes a pesar de seguir siendo verdaderas DEUDORAS siguen agazapadas intentando imponer falsas verdades.
La cercanía no siempre es poder, también puede ser la prueba más fehaciente de un timorato y mediocre servilismo.
@rubysoriano @alquimiapoder