El secretario de la Defensa Nacional, Luis Cresencio Sandoval, anunció que el presidente Andrés Manuel López Obrador autorizó inscribir los nombres de militares fallecidos durante la «Guerra Sucia» en el Monumento a los Caídos de las Fuerzas Armadas.
Durante la ceremonia de apertura de instalaciones y archivos militares a la Comisión de la Verdad y Esclarecimiento Histórico por Hechos Ocurridos entre 1965 y 1990, y entre gritos de protesta de familiares de los desaparecidos, afirmó que esto representa un tributo y homenaje a los “soldados que cumplieron con su deber aún a costa de su vida”.
“Con orgullo les expreso que el propio mandatario autorizó inscribir los nombres de militares fallecidos con motivo de los hechos del pasado en el Monumento a los Caídos de las Fuerzas Armadas, que se ubica en la Plaza del Servicio a la Patria”, dijo.
Agregó que, también por órdenes del Ejecutivo federal, se analizará la inclusión de familiares de militares afectados en este periodo en el mecanismo integral de reconciliación social del Estado mexicano.
“En este significativo evento también se encuentran presentes algunos de los militares y familiares que fueron afectados por los hechos ocurridos en aquel entonces, a quienes, por instrucciones del Presidente de la República y Comandante Supremo de las Fuerzas Armadas, se analizará su inclusión en las gestiones para el mecanismo integral de reconciliación social del Estado mexicano como parte del patrimonio colectivo del pueblo de México.
Luis Cresencio Sandoval defendió la labor del Ejército y señaló que durante sus más de 100 años de historia ha permanecido cercano al pueblo de México, velando por las personas más vulnerables y desprotegidas.
Una provocación indignante
Tania Ramírez Hernández, hija de Rafael Ramírez Duarte, desaparecido el 9 de junio de 1977 y visto por última vez en el Campo Militar 1, lamentó el hecho al que calificó como “una provocación indignante” pues manifestó que no se puede poner en el mismo nivel de los desaparecidos a quienes los reprimieron.
«No pueden poner el mismo nivel a unos y a otros y pensar que van a inscribir sus nombres, cuando el nombre de nuestros desaparecidos nos ha costado gritarlos, escribirlos. Y pensar que por una orden así se van a inscribir los nombres de los represores en cualquier sitio público del país. Nos parece sorprendente y agraviante.
«Al final, una provocación, colocando en el mismo nivel a las personas caídas por parte del Ejercito que a las personas reprimidas por el Ejército. Perdón, pero eso es indignante, no se puede una quedar sentada, peinada, manteniendo las formas, aunque te pongan el Himno Nacional», aseveró mientras mostraba una imagen con el rostro de su padre desaparecido hace más de 40 años.