Quebradero

Share

El turismo respira

Por Javier Solórzano Zinser

Acapulco.- El esfuerzo que están haciendo muchos estados por mostrar su mejor cara turística tiene que ver con el impulso que tienen que ofrecer para ganar visitantes y, sobre todo, para tratar de sorprenderlos y atraparlos.

No es una empresa sencilla, porque más allá del lugar común de que el país está lleno de lugares sumamente atractivos, lo que provoca una gran competencia nacional, están apareciendo centros turísticos poco conocidos que van emergiendo como una atractiva alternativa.

Va creciendo una tendencia a visitar lugares que van más allá de los destinos de playa. Si bien poco más del 80% de los turistas viaja a estos destinos, empieza a surgir un interés por ciudades que ofrecen otro tipo de atractivos empezando por la cultura.

En el sureste sigue siendo el turismo internacional el que fortalece las derramas, particularmente en Cancún. El problema que siempre ha estado es el de la imagen que se ha creado por hechos muy concretos de violencia, que han alcanzado a visitantes extranjeros.

En conversación con el gobernador de Quintana Roo, Carlos Joaquín González, nos comentaba que ha sido complicado resolver los problemas de seguridad, porque algunos de ellos tienen que ver con bandas delincuenciales en las cuales llegan a participar extranjeros, “por más que tengamos identificado lo que sucede”.

Asegura que se ha trabajado en cada uno de los casos que se han presentado en Cancún y la Riviera Maya, no pareciera por ahora haber afectado el número de visitantes, sobre todo de EU.

No es nada fácil revertir la imagen que crean este tipo de hechos. Sin embargo, pareciera que el gusto de los turistas nacionales y extranjeros no ha disminuido, los niveles de ocupación hotelera se mantienen, porque el aeropuerto de Cancún, por lo general, está saturado.

Un tema que subyace es el del Tren Maya. Si bien las autoridades de Yucatán y Q.Roo lo ven con buenos ojos, la construcción ha tenido que enfrentar las protestas. Está claro que el tren puede ser de gran ayuda ante el brutal tránsito que se ha venido creando en la carretera de 120 km que va de Cancún, saliendo del aeropuerto, por toda la Riviera Maya hasta llegar a Tulum.

No hay duda de ello, pero no pareciera repararse de manera puntual en lo que puede provocar en términos del medio ambiente la construcción. El tema es un pendiente y queda la impresión de que mejor se hacen a un lado dejándolo en manos de las autoridades federales. Lo que queda claro es que a diferencia de los dichos del Presidente manifiestan respeto por los ambientalistas.

Todos los estados buscan vender su mejor cara y se debe reconocer que la tienen y no lo planteamos como lugar común. En algunas entidades enfrentan problemas de imagen por los temas de inseguridad. Michoacán ofrece interesantes alternativas turísticas, pero sigue padeciendo el problema de la seguridad al igual que Guerrero. Un asunto de primer orden son las carreteras, ya difícilmente los turistas las recorren por las noches.

Estos estados y muchos otros que padecen el problema de la inseguridad andan dando su batalla en este Tianguis y nuestra impresión es que los empresarios, como por lo general sucede con el turismo, son la pieza toral.

El país requiere del turismo. Es una de las tres fortalezas de ingresos. Se va paliando la pandemia y sin dejar de considerarla la industria está buscando sacar de nuevo su cabeza.

Hay que dejar a los turisteros trabajar, en la mayoría de los casos saben lo que se debe hacer, denles facilidades, no les metan el pie y exíjanles que cumplan por los visitantes y las leyes.

RESQUICIOS

Tiene razón el Presidente al señalar que es una vileza retrógrada descalificar a los médicos cubanos, pero también es una vileza retrógrada descalificar a los médicos mexicanos.