Con un derroche descomunal de recursos y con el gobierno de Cuitláhuac García volcado en pleno, se desarrolló este sábado un mitin político de “apoyo” para el presidente Andrés Manuel López Obrador a una semana de que se celebre la consulta de revocación mandato.
Como si México hubiese retrocedido cinco décadas de un porrazo, las que antes eran las “fuerzas vivas” del PRI se “tetratransformaron” en las “huestes” morenas, que por un paseo, una despensa o una amenaza de perder el empleo, le dedicaron su sábado a un acto político sin sustancia, vacío, pues el protagonista del “show”, el presidente, no se encontraba ahí.
Batucadas, un ballet folclórico, monigotes en zancos, puestos de chucherías, le dieron color a un acto cuyo único objetivo era llamar a votar en la consulta del 10 de abril, con la consabida insinuación a los programas sociales federales: “amor con amor se paga”, era el eslogan de la concentración.
Dos vociferantes conductores –sacados de un antro de mala muerte del puerto de Veracruz, en el que se han cometido abusos sexuales- intentaban animar a una masa de unas cinco mil personas que iba y venía buscando una nieve, un algodón o algo con qué refrescar la garganta, ante la bruma y el calor húmedo del ambiente, “sazonado” con los humores de un gentío que ni se acordó de la sana distancia.
Playeras, gorras, banderas y banderines por cientos -la mayoría, de «Unidos Todos», la asociación del subsecretario de Finanzas y «primo incómodo» Eleazar Guerrero- dieron certeza del infame y criminal derroche de dinero en un estado donde faltan las medicinas, que carece de infraestructura, cuyas vías de comunicación están destrozadas y en donde los criminales pueden llevarse a uno de los suyos de un hospital público a punta de pistola a plena luz del día.
Funcionarios del primer círculo del poder en Veracruz pretendieron hacer como que se convertían en “ciudadanos” con el pretexto del “día libre”. Desde el gobernador Cuitláhuac García Jiménez hasta los alcaldes de Xalapa Ricardo Ahued y de Tuxpan José Luis Pozos o el coordinador de los diputados locales de Morena Juan Javier Gómez Cazarín; desde la secretaria federal de Energía Rocío Nahle hasta el secretario local de Finanzas José Luis Lima, la titular del Trabajo Dorheny García , el “responsable” de Seguridad Pública Hugo Maldonado o el de Educación Zenyazen Escobar; todos estuvieron en primera fila para pedir “que siga AMLO” -cuando nadie pide lo contrario- aunque la ley se los prohíba.
Un operativo de Estado, al más priista de los estilos. Incluido ése que lucra con la pobreza para sacar raja política.
Sin duda que es la cuarta transformación… del PRI.
