El gobernador Cuitláhuac García Jiménez, cual émulo empequeñecido de Andrés Manuel López Obrador, agredió y humilló en público a una reportera porque no le gustó lo que le preguntó durante su propia conferencia mañanera en palacio de gobierno.
La reportera Sarah Landa cuestionó al mandatario sobre el tema del delito de ultrajes a la autoridad y las críticas lanzadas por barras y federaciones de abogados, actores políticos e integrantes de la sociedad civil.
En actitud prepotente, en lugar de contestar García Jiménez comenzó a cuestionar a la periodista hasta el grado de acusarla de “mentir” y de “malinformar” a la sociedad, cuando solo estaba formulando una pregunta que ni siquiera le permitió terminar de plantear.
Según García, “no es cierto” que haya críticas generalizadas contra los documentados abusos policiacos contra ciudadanos veracruzanos al amparo del delito de ultrajes a la autoridad. Y se dio el lujo de decir que “una madre va a defender a su hijo, independientemente si su hijo está en la delincuencia organizada”, como si fuera juez y pudiese dictar sentencias.
“Es una falsedad el decir, como tú lo dices, de manera generalizada… y ya cuando te pregunto quién, dices no, pues no sé, dicen las redes”, espetó García, reclamando “¿dónde está la seriedad periodística?”.
“Hay abogados que están defendiendo a los delincuentes. ¿Tú abogas por ellos?”, atacó el gobernador a la reportera de Meganoticias. “Ve qué papel estás jugando como medio. Y esto la sociedad lo tiene que saber”, amenazó.
-“¿Informas a la sociedad o no?”, inquirió García.
-“Sí, por eso le pregunto las dudas que hay”, respondió la comunicadora, de reconocida trayectoria y seriedad.
-“¿Es tu derecho malinformar a la sociedad?”, pontificó el gobernador, que en más de una ocasión ha sido exhibido mintiendo.
De tapete
Tras la agresión del titular del Poder Ejecutivo a la periodista, la Comisión Estatal para la Atención y Protección de los Periodistas (CEAPP) “exhortó” a Cuitláhuac García Jiménez a “respetar el quehacer informativo de los periodistas veracruzanos en todas sus expresiones”.
Sin embargo, en el comunicado se precisó que el organismo –integrado por varios miembros de un grupo de comunicadores del puerto de Veracruz incrustados en varias posiciones en el gobierno de Cuitláhuac García- hacía hincapié en lo establecido por la Relatoría Especial de las Naciones Unidas sobre la Promoción y Protección del Derecho a la Libertad de Opinión y de Expresión, desde donde se precisa que “es legítimo que los políticos y los funcionarios públicos formulen críticas, correcciones u objeciones con respecto a reportajes específicos en los medios. Sin embargo, cuando lo hagan, siempre deben tener cuidado de asegurar que sus comentarios sean precisos, evitar la estigmatización y la desacreditación de los medios y no amenazar a periodistas ni socavar el respeto de la independencia de los medios de comunicación.”
La CEAPP mencionó la necesidad de que “se enriquezca el debate público bajo un ambiente de respeto a la libertad de expresión y del acceso a la información. De igual manera, se reconoce al Poder Ejecutivo que se promuevan los ejercicios de transparencia y rendición de cuentas, siempre y cuando éstos se desarrollen con todas las garantías de respeto para los comunicadores y quienes tienen la encomienda de informar a la sociedad”.
“Asimismo, la Comisión considera indispensable que desde el Estado, en todos sus niveles (federal, estatal y municipal), se erradique todo tipo de violencia contra los periodistas, evitando su descrédito en espacios públicos y agravios que afecten la integridad de quienes ejercen la libertad de expresión”, concluyó el comunicado.
