A poco más de dos semanas de las devastadoras inundaciones que golpearon el norte de Veracruz, los habitantes de Poza Rica enfrentan una nueva emergencia ambiental: una intensa polvareda provocada por el evento de norte asociado al Frente Frío número 11.
El fenómeno ha levantado nubes de polvo en calles y colonias donde aún persisten lodo seco y escombros, complicando las labores de limpieza y reconstrucción.
El viento fuerte, característico de este frente frío, ha convertido los restos de la inundación del pasado 10 de octubre en una amenaza para la salud pública. El polvo suspendido en el aire contiene residuos que pueden provocar infecciones respiratorias, alergias y otras afecciones, especialmente entre niñas, niños y adultos mayores.
Se recomienda evitar actividades al aire libre, cubrir nariz y boca con cubrebocas o pañuelos, y mantener cerradas puertas y ventanas en zonas afectadas.