El “clan Yunes” sigue haciendo de las suyas, esta vez no por sus posturas y veleidades políticas, sino por episodios que exhiben su arrogancia y prepotencia. Dos incidentes protagonizados por miembros de esta familia muestran su desprecio por la ley y la impunidad de la que hacen alarde constantemente.
El primero ocurrió en pleno corazón de Masaryk, una de las zonas más exclusivas de la Ciudad de México. Miguel Ángel Yunes Linares y sus hijos, Miguel Ángel Yunes Márquez y Fernando Yunes Márquez, se vieron envueltos en una riña física dentro de un restaurante de lujo el pasado 23 de septiembre. De acuerdo con la usuaria de redes sociales Ana Pat Arteaga Massieu (@anapatam_mx), los Yunes sostuvieron una presunta pelea a golpes contra otros comensales.
De acuerdo con la narración, cuando un grupo de tres clientes, uno de ellos abogado, se levantó para retirarse, éste lanzó una imprecación al exgobernador, llamándolo “traidor” de manera directa, por su cambio de bando hacia el morenato.
Los Yunes respondieron con insultos y golpes contra los acompañantes del abogado. El personal del restaurante intervino de inmediato, tratando de contener la situación.
«En segundos, el comedor se transformó en ring: Miguel Ángel Yunes Linares e hijos se soltaron a patadas por la espalda e insultos a mis amigos“, aseguró la testigo.
Arteaga Massieu relató que los meseros tuvieron que encerrar a los Yunes para permitir que los clientes salieran sin ser agredidos, ya que en la entrada aguardaban varios escoltas.
“El personal tuvo que encerrarlos dentro del restaurante para que mis amigos pudieran escapar, porque afuera los esperaba un ejército de guaruras”, aseguró.
Días después, en el puerto de Veracruz, se reportó que el senador Miguel Ángel Yunes Márquez fue detenido por elementos de la Secretaría de Seguridad Pública y la Marina durante un operativo de revisión en la zona conurbada un día antes de la más reciente visita de la presidenta Claudia Sheinbaum.
El convoy en el que se desplazaba el fallido excandidato a la gubernatura, compuesto por camionetas blindadas y escoltas armados, levantó sospechas por su actitud desafiante. Dos escoltas fueron detenidos por portar armas sin permisos, y el chofer personal del senador —identificado como “El Rudo”, supuesto exintegrante de la extinta Policía Federal Preventiva— habría sido arrestado tras agredir verbalmente a los elementos de seguridad.
Según reportes, Yunes Márquez intentó frenar el operativo con llamadas a su padre, exigiendo trato preferencial y reclamando que “no sabían con quién se estaban metiendo”. El intento de imponer su influencia fue ignorado por las autoridades, que procedieron conforme a la ley.
Se señala que los escoltas fueron asignados por gestión del coordinador de la bancada de Morena en el Senado Adán Augusto López, en retribución por el apoyo de los Yunes a la reforma judicial.