Por Fernando Vázquez Rigada
El remedio más doloroso y efectivo para frenar la gangrena es la amputación.
De no hacerse a tiempo, la enfermedad invade todo el cuerpo. Pudre la vida, hasta acabarla.
Amputar un órgano gangrenoso no implica recortar la vida, sino salvarla. Es la mutilación de algo que ya está muerto: tejido inerte, carente de sangre, consumido.
Igual que en la medicina ocurre en la política.
Hay veces en que un aliado, un amigo, un cercano, se infecta. La única solución es la amputación, si se pretende salvar la vida.
Hacerlo siempre duele: nadie quiere perder una pierna, un brazo.
Pero no hacerlo es perderlo todo. No rápido. No sin dolor.
Renunciar a la amputación es abrir la puerta a una larga, dolorosa agonía.
Morena comienza a tener signos de gangrena por varios lados. Sus nombres son otros: complicidad, corrupción, resentimiento, rencor.
Los números comienzan a reflejarlo: la gente sabe. Hay un abuso de poder y una simbiosis entre el poder y la mafia.
Mantener a Adán Augusto López como líder del Senado es permitir que el más grave señalamiento —la complicidad con el crimen organizado— se extienda. Su nombre se une al de Rubén Rocha, al de Américo Villarreal. Y tantos otros alcaldes, regidores, diputados o coyotes.
No hay explicación admisible para mantenerlo en su cargo como líder de la mayoría en el Senado. Tampoco a los otros como gobernadores.
La opinión pública no requiere evidencias jurídicas. Juzga y sentencia. La política responde a ese veredicto.
En ocasiones, en política no actuar es actuar.
Maquiavelo recomendaba abstenerse de ordenar algo que no se iba a cumplir.
Hacer llamados públicos a la austeridad y a la mesura mientras por toda la República estallan los excesos, los viajes suntuosos, la extorsión, sólo demerita al príncipe que convoca al apego a los principios.
Incrementa la sospecha de que alguien ocupa el trono, pero otro el poder.
Que se quiere, pero no se puede. Que se ordena, pero no se obedece. Que la voz de mando, como en el virreinato, se acata, pero no se cumple.
Hay una gangrena en Morena.
Y sólo hay una solución.
@fvazquezrig