Un futuro parcialmente definido
Por Javier Solórzano Zinser
La forma más acabada de entender la elección al Poder Judicial, independientemente del resultado y la participación ciudadana, es verla desde la óptica de que forma parte estratégica en la construcción de un nuevo régimen político.
Es por ello por lo que la Presidenta califica el domingo como un “éxito”. Lo importante era echar a andar una elección que legitimara aún más el cambio en el Poder Judicial. Se trataba de ratificar un elemento más en la construcción de un nuevo régimen.
Por ahora no queda en lo más mínimo claro lo que pueda pasar con la justiciaen México a partir de septiembre. Sin embargo, la elección viene a justificar unadecisión tomada desde el 5 de febrero del año pasado, cuando López Obrador presentósus 20 reformas.
Éstas eran y son la infraestructura de la nueva condición política del país. Lo que importaba e importa era echar a andar toda la maquinaria para que todas las reformas fueran aprobadas, sin importar como fuere, para eso estaba desde el plan A y hasta, por lo que hoy se sabe, el plan D.
Es importante para todas y todos entender en qué dinámica estamos ya metidos.
Desde hace tiempo todas las decisiones que se toman en el Congreso van dirigidas a construir nuevas bases sobre las cuales ya se está gobernando al país.
Puede haber muchas inconformidades y un sinfín de impugnaciones y elucubraciones.
Estos días nos hemos debatido en si el 13% legitima el resultado o no, cuando de suyo ya es legal, al tiempo que ya determina, sin importar la participación ciudadana, quiénes serán las y los futuros integrantes del Poder Judicial.
Morena no necesita hablar con la oposición, aunque por un principio democrático lo debiera hacer. En el Congreso hemos visto durante varios años cómo hacen que la escuchan, cómo a veces son provocados y se dejan ir, pero al final toman las decisiones que quieren con su mayoría.
El diálogo estratégico y definitorio de Morena es específicamente entre ellos. Se tratan de entender en medio de una nueva edición de las tribus.
Lo que es un hecho es que no dejan de pelearse entre ellos con altas posibilidades de rompimientos.
La posibilidad del crecimiento de la oposición no radica tanto en lo que haga, sino más bien en los rompimientos y desgaste que puedan presentarse al interior de Morena. Lo que por ahora es definitivo es que el poder lo sigue uniendo y con dificultades cohesionando por más que haya confrontaciones, saben bien lo que se están jugando en caso de que los problemas internos se intensifiquen.
Veremos si en los próximos días Morena hace una revisión de lo que pasó el domingo. No es momento para hacer cuentas alegres en cuanto a la movilización de sus huestes.
Tienen que revisar por qué, a pesar de todos los esfuerzos que hicieron en el ámbito federal por llevar y acarrear a la gente para que participara en la elección, no resultaron efectivos. También tienen que revisar lo que pasó en Veracruz y Durango, en donde, de entrada, ya se señala a un responsable directo en la persona de Andrés Manuel López Beltrán.
En medio de esto también tendrán que revisar el estire y afloje interno en que están metidos para tratar de colocar a como dé lugar a la autollamada “ministra del pueblo” como presidenta de la Corte, pasando por encima lo que dice la ley que la mayoría aprobó. La presidenta del INE dejó en claro las cosas: la o el presidente de la Corte será quien más votos haya obtenido en el proceso. Lo que se vio en las redes es que se trató de desacreditar a uno para impulsar a la otra.
La siguiente parada será la reforma electoral. Con ello cerrarán inicialmente la transformación para abocarse a lo que llaman el segundo piso.
Conservarán por largo tiempo el poder, el futuro está parcialmente definido.
RESQUICIOS.
Fundamentalmente son dos los elementos que tienen que ver con la reducción en el envío de las remesas, 12%, la política draconiana de Trump en materia migratoria y que EU empieza a manifestar ya problemas económicos.