Fumata blanca
Por Javier Solórzano Zinser
En esta ocasión se cumplieron los requisitos del Vaticano y en un plazo parcialmente corto los cardenales en cónclave nombraron al nuevo Papa Robert Francis Prevost, quien optó por ser reconocido como León XIV.
La Iglesia católica tomó decisiones sensatas. Optó por un nombre de 69 años, con un arraigo latinoamericano en Perú por más de 40 años y además por ser parte fundamental de llevar a cabo una de las máximas de la Iglesia que es ser misionero.
León XIV ha estado cerca de causas importantes en materia de migración y buena parte de su vida se la ha pasado entre los indígenas peruanos. Resulta que vamos a tener, quizá por primera vez en mucho tiempo, un Papa con dos nacionalidades. La de su origen de Chicago, Estados Unidos, y la que asumió por decisión propia, que es la peruana. No fue casual que hiciera una referencia directa en su alocución desde el balcón del Vaticano a sus amigos peruanos. También resultó no casual que no haya hecho referencia alguna a su país de origen: EU.
León XIV tiene ante sí un enorme reto ante mil 200 millones de católicos en el mundo. Seguramente tomará caminos propios, pero es claro que tiene una vocación similar a quien lo nombró cardenal: el Papa Francisco, recién fallecido. Los católicos del mundo, particularmente los que quieren una Iglesia más cercana a la gente, se dicen satisfechos ante la decisión tomada en el cónclave.
Seguramente como Francisco, León XIV tendrá ante sí una buena cantidad de reticencias. Hay sectores enquistados en la Iglesia que la quieren tener materialmente paralizada, sin percatarse de que los fieles están dejando las iglesias y que muchos de ellos están optando por otras religiones, o llevan a cabo su fe y religiosidad de manera estrictamente personal.
Donald Trump no tiene mucho de qué alegrarse con este nombramiento, por más que haya hecho el ridículo usando a la IA para verse como Papa. Tampoco tiene sentido la felicidad que asume por el nombramiento.
León XIV le mandó un mensaje claro y ese mensaje fue no hablar de EU. Los tiempos que le vienen al nuevo Papa pasan inevitablemente por la política. Juan Pablo II nunca habló de política, pero fue un factor fundamental para la caída del muro de Berlín y para que cayera el comunismo en su país, Polonia. El gran apoyo que le dio a Lech Wałęsa fue clave para la capacidad de maniobra que tuvo el líder de los trabajadores de Solidaridad.
León XIV tendrá, como otros papas, su estilo personal de ejercer su papado. Uno de los asuntos más interesantes es que los cardenales, en su conjunto, tomaron la importante decisión de tratar de seguir la línea de Francisco, quien de alguna manera le abrió las puertas a la Iglesia católica a temas como el divorcio, el homosexualismo, los transgéneros y a una mirada muy crítica de lo que muchos religiosos están llevando a cabo.
Siempre será importante recordar la fuerza con que arremetió en contra de las cabezas del catolicismo mexicano en la muy recordada reunión en Catedral cuando estuvo en México. León XIV es el nuevo Papa. León XIV desde ayer en el balcón del Vaticano dejó claramente establecido por dónde llevará a cabo su papado. Es un hombre que, si nos atenemos a su edad, ejercerá un Papado de muchos años.
RESQUICIOS.
El INE le dejó claramente establecido al Senado cuáles son sus atribuciones. Si a la mayoría le ganó la prisa no es cuestión del INE. Quien hizo la selección de candidatos al Poder Judicial debe responsabilizarse por lo que hizo, no aventar el bulto.